- Sheinbaum da golpe de autoridad en Morena: Unidad, no ambición.
- Recupera los ideales fundacionales del partido.
- “El éxito no es el dinero, es la democracia”, remarcó.
Ciudad de México.- Claudia Sheinbaum eligió el momento más simbólico para marcar territorio dentro de Morena. Tras semanas enfrentando tensiones con Donald Trump y ganando terreno en las encuestas gracias a su postura firme con Estados Unidos, la presidenta de México ha enviado un contundente mensaje a su propio partido: la disciplina interna es tan importante como la política exterior.
Durante la reunión del Consejo Nacional de Morena, ante gobernadores, legisladores y miembros del Gabinete, se leyó una carta firmada por Sheinbaum y presentada por la presidenta del partido, Luisa María Alcalde. En ella, la mandataria llama a la unidad, la humildad y el servicio público, y lanza advertencias veladas contra los excesos, el ego y la ambición personal.
Un llamado al orden en medio del fuego cruzado
En los últimos meses, Morena ha sido escenario de pugnas internas y agendas personales que amenazan con minar su cohesión. Sheinbaum, que hasta ahora había mantenido la distancia institucional, ha decidido intervenir con firmeza. Sin nombrarlos directamente, su carta alude a figuras como Ricardo Monreal, Pedro Haces, Fernández Noroña, Andrea Chávez y Félix Salgado por conductas que contradicen los principios del movimiento: viajes en helicóptero, vuelos en primera clase, actos anticipados de campaña o el uso del poder para beneficio familiar.
“El dinero y el poder no son el éxito. El éxito es la democracia, las libertades y la patria”, escribió Sheinbaum, en un tono aleccionador que remite al estilo de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, a quien se menciona varias veces como guía moral y político.
Morena, entre el poder absoluto y el riesgo de fractura
Con 24 estados bajo su control y mayoría en ambas cámaras del Congreso, Morena es hoy el partido hegemónico en México. Pero su crecimiento meteórico ha traído consigo tensiones internas. Sheinbaum lo sabe y busca evitar que la falta de cohesión desgaste al movimiento. “No nos confiemos”, advierte en su misiva.
El mensaje se alinea con el llamado de Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional, quien evocó palabras del propio López Obrador: “No permitan que los antiguos vicios florezcan en nuestras filas”. La presidenta ha hecho suyo ese mensaje, con un estilo más moderado pero igual de claro: el poder no es licencia para el abuso.
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