- Septiembre: segundo mes con mayor actividad sísmica en México.
- Desde 2004, los simulacros nacionales han sido una herramienta vital.
- El SSN ha documentado los movimientos telúricos en México desde principios del siglo XX.
El 19 de septiembre de 2017, México vivió uno de los sismos más devastadores del siglo XXI, marcando un recuerdo indeleble en la memoria colectiva de sus habitantes. El impacto del terremoto se sintió profundamente en Ciudad de México, Puebla y otros estados, dejando huellas en cada rincón afectado.
Juan Rulfo evocó esa sensación de desolación en su relato «El día del derrumbe» en 1953, y hoy, tras cada simulacro nacional, las personas rememoran ese día con un estremecimiento compartido
Desde 2004, los simulacros nacionales han sido una herramienta vital para preparar a la población ante posibles desastres. Esta medida fue instaurada por Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de Gobierno de Ciudad de México, como parte del mes de Protección Civil, en conmemoración del sismo de 1985, que también ocurrió un 19 de septiembre. Aunque el número oficial de víctimas de 1985 fue de 3,192, algunas estimaciones no oficiales sugieren hasta 20,000 fallecidos.
En el libro Los sismos, una amenaza cotidiana, el físico Víctor Manuel Cruz Atienza destaca la naturaleza silenciosa pero aterradora de los terremotos, contrastando el terror de la incertidumbre con la certeza de una alarma sísmica.
SISMOLÓGICO NACIONAL DOCUMENTA DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) ha documentado los movimientos telúricos en México desde principios del siglo XX. Los sismos más significativos incluyen el del 3 de junio de 1932 en Jalisco y el del 7 de septiembre de 2017, ambos de magnitud 8.2, así como el del 19 de septiembre de 1985, de magnitud 8.1. Otros eventos notables incluyen el temblor del 28 de julio de 1957, que afectó al Ángel de la Independencia, con una magnitud de 7.8.
A pesar de la percepción popular de que septiembre es el mes más propenso para los sismos, los datos del SSN revelan otra realidad. Entre 1957 y 2023, septiembre ha registrado 27,301 sismos, siendo diciembre el mes con mayor actividad sísmica con 27,402 eventos. Noviembre y enero también superan a septiembre en número de temblores, mientras que julio tiene la menor cantidad de sismos con 19,365.
Cruz Atienza subraya que la sismicidad es una constante en la vida en México y compara la densidad de la red sismológica nacional con la de Japón, que posee una red mucho más extensa y densa. Con una estación sísmica cada 37 kilómetros en México frente a cada 7 kilómetros en Japón, el país necesita casi 13,000 estaciones para equiparar la red nipona.
La lección de estos datos es clara: la preparación y la educación continua son esenciales para mitigar los riesgos y proteger a la población ante la inevitable amenaza de los terremotos.
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