- Papa Francisco fue un humanista cercano al humilde: Sheinbaum.
- Anunció un homenaje en la Mañanera.
- El Papa visitó México en 2016.
Ciudad de México.- El Papa Francisco, líder de la Iglesia católica y figura clave del pensamiento social contemporáneo, falleció este lunes a los 88 años en Roma. La noticia ha conmocionado al mundo, y en México, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su pesar y envió un abrazo a todos los católicos, así como a quienes no lo son.
Durante su mensaje, Sheinbaum recordó con emoción la ocasión en que visitó al Pontífice en su departamento en el Vaticano, en febrero de 2024, cuando aún era candidata presidencial. Según narró, en ese encuentro, el Papa le comentó que ya había recibido a otra mujer que también aspiraba a la presidencia mexicana, en referencia a su entonces rival, Xóchitl Gálvez.
“Vino una mujer, una buena mujer, que va a competir por la presidencia de México”, me dijo. Y yo le respondí: ‘Ah, pues soy yo’”, relató Sheinbaum.
La mandataria mexicana destacó la humildad y sencillez del Papa, recordando que lo recibió en un modesto departamento en el Vaticano, y compartió una de las frases que más la ha inspirado en su labor política:
“La única forma lícita de mirar a alguien de arriba a abajo es cuando uno le da la mano para levantarlo”.
El Pontífice, conocido por su humanismo, crítica al consumismo y cercanía con los pobres, fue calificado por Sheinbaum como “un hombre sabio, con pensamientos profundos y un gran sentido del humor”.
El encuentro, gestionado por los hermanos Héctor y Mauricio Sulaimán, duró cerca de una hora y dejó una huella emotiva en la hoy presidenta. Sheinbaum anunció que este martes, durante la conferencia Mañanera, se realizará una semblanza en honor al Papa Francisco.
Un Papa cercano a México
El Papa Francisco visitó México en 2016, recorriendo lugares emblemáticos como Ecatepec, Chiapas, Michoacán y Ciudad Juárez. En su visita, denunció problemas sociales como la migración forzada, la explotación laboral, la exclusión indígena y la violencia generada por el crimen organizado.
Desde entonces, mantuvo una postura crítica y solidaria hacia la realidad mexicana. En sus palabras: “El diablo le tiene bronca a México”, aludiendo a la crisis de violencia que azota al país.
Hoy, en la Basílica de Guadalupe, miles de fieles lloran su partida, recordando al Pontífice que oró por México, por sus desaparecidos y por los más pobres.
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