- Nuevo golpe de EU a ‘Los Chapitos’: acusan a jefe de seguridad
- El Güero, de 44 años, señalado como un miembro clave en la estructura de seguridad de Iván Archivaldo.
- La acusación subraya que Canobbio Inzunza lleva más de dos décadas involucrado en actividades criminales.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha intensificado su ofensiva contra Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Este jueves, autoridades estadounidenses anunciaron cargos por narcotráfico contra José Angel Canobbio Inzunza, alias «El Güero» o «El 90», identificado como jefe de seguridad y uno de los principales lugartenientes de Iván Archivaldo Guzmán.
El Güero, de 44 años, señalado como un miembro clave en la estructura de seguridad de Iván Archivaldo, a quien las autoridades consideran el heredero con más poder entre Los Chapitos. Estados Unidos ha presentado cargos en su contra ante un tribunal de Chicago, acusándolo de liderar y financiar a Los Chimales, un grupo armado encargado de proteger a Los Chapitos y facilitar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, entre ellas fentanilo, cocaína, metanfetaminas y marihuana. Canobbio Inzunza enfrenta la posibilidad de cadena perpetua si lo declaran culpable.
La acusación subraya que Canobbio Inzunza lleva más de dos décadas involucrado en actividades criminales con el Cártel de Sinaloa, de 2002 a 2024.
«Se cree que Canobbio Inzunza reside en este momento en México y se ha emitido una orden para su detención», informó el Departamento de Justicia, señalando que el FBI y agentes de Seguridad Interior están tras su pista.
CONFLICTO INTERNO EN EL CÁRTEL DE SINALOA
El anuncio de estos cargos ocurre en un contexto de conflicto interno en el Cártel de Sinaloa, donde facciones lideradas por El Mayo Zambada y Los Chapitos libran una violenta disputa por el control de la organización en Sinaloa, que ha dejado semanas de violencia ininterrumpida en el estado.
Además, la DEA ha puesto precio a la captura de Iván Archivaldo Guzmán, ofreciendo una recompensa de 10 millones de dólares. Sus hermanos, Joaquín y Ovidio Guzmán López, enfrentan procesos judiciales en Chicago, donde tienen programada una audiencia conjunta para enero. Esta guerra desde los tribunales ocurre en medio de especulaciones sobre posibles negociaciones entre los Guzmán y la justicia estadounidense, aunque el abogado de Los Chapitos niega que exista un acuerdo formal.
La reciente acusación muestra el compromiso de Estados Unidos de continuar su ofensiva judicial contra el Cártel de Sinaloa, en un contexto de violencia y lucha por el poder dentro de la organización. A puertas de un posible nuevo gobierno de Donald Trump, Washington envía una fuerte señal de que no cejará en su lucha contra los cárteles mexicanos.
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