En una conferencia de prensa reciente, el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra la administración anterior, liderada por el expresidente Felipe Calderón, acusando que durante ese periodo «imperaba el narco Estado» y los narcotraficantes tenían el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
López Obrador recordó con severidad las condiciones que, según él, prevalecían en el principal aeropuerto del país durante el gobierno de Calderón, afirmando: «Se llegó al extremo que llegaron a mandar los narcotraficantes en el AICM».
Hizo referencia al juicio de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, donde se mencionó una misteriosa clave, «35-45», que según el presidente, simbolizaba la corrupción imperante en el aeropuerto y cómo las autoridades preferían mirar hacia otro lado.
El presidente no escatimó al recordar la gravedad de la situación: «No estamos hablando de cualquier aeropuerto, estamos hablando del Aeropuerto de la Ciudad de México, cuando imperaba el narco Estado durante el gobierno de Felipe Calderón».
El Mandatario continuó explicando que al asumir la Presidencia, encontró un gobierno en desorden, con claros indicios de corrupción y complicidades con la delincuencia organizada.
Narcotráfico en el AICM
En el caso específico del AICM, señaló que el poder estaba en manos de los «empleados superiores» de las aerolíneas, insinuando un entramado de corrupción entre empresas privatizadas y las autoridades.
«El gobierno estaba al servicio de una mafia de traficantes de influencia y había un contubernio entre empresas y autoridades», afirmó el presidente López Obrador, enfatizando cómo este fenómeno se repetía tanto en el ámbito de la delincuencia organizada como en el sector empresarial.
Estas declaraciones del presidente han generado revuelo en la opinión pública y han reavivado el debate sobre la seguridad y la corrupción en el país durante administraciones pasadas.
Además, han planteado interrogantes sobre el papel que desempeñaron las autoridades en la supuesta permisividad hacia el narcotráfico en lugares clave como el AICM.
Aunque estas afirmaciones no han sido respaldadas con pruebas concretas durante la conferencia de prensa, han puesto de manifiesto la voluntad del presidente de exponer y confrontar los problemas del pasado, mientras continúa su lucha contra la corrupción y el crimen organizado en México.
La revelación de estas presuntas complicidades entre el gobierno y el narcotráfico en uno de los puntos neurálgicos del transporte aéreo en el país podría tener repercusiones importantes en el ámbito político y judicial en los próximos días.
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