- México endurece el tono ante nuevo arancel de Trump.
- Sheinbaum califica la medida como injusta e insostenible y anuncia que se protegerá la industria nacional.
- Marcelo Ebrard buscará la exclusión de México en una reunión clave en Washington.
La imposición de un arancel del 50% al acero y aluminio por parte de Donald Trump ha encendido las alarmas en México. Hasta ahora, el país enfrentaba un 25% gracias a su estatus como socio comercial bajo el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC). Pero este nuevo golpe arancelario ha obligado al gobierno de Claudia Sheinbaum a endurecer el discurso y preparar medidas de respuesta.
“La medida es injusta e insostenible”, sentenció Sheinbaum al anunciar que su administración protegerá los empleos vinculados a la industria nacional del acero y el aluminio. Aunque descartó una política de represalias directas, anticipó que México anunciará medidas la próxima semana. Mientras tanto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington para negociar con sus homólogos estadounidenses y buscar la exclusión de México de la nueva política comercial.
La estrategia de siempre, ¿ya no sirve?
Para analistas como Carlos Bravo, México vuelve a una estrategia conocida: ganar tiempo. “Antes, Trump amenazaba pero no cumplía. Ahora, cumple. México no ganaba, solo dejaba de perder”, explica el politólogo. Sin embargo, esta vez la política interna en ambos países cambia el juego.
Trump busca apoyo rumbo a las elecciones de noviembre de 2026, mientras que Sheinbaum también piensa en las elecciones intermedias de 2027. En ese contexto, el comercio exterior se vuelve una herramienta política interna. “Todo es política interna aquí y allá, que genera una política bilateral y ambos la están jugando”, apunta Bravo.
Aranceles, tratados y tensiones crecientes
El uso de aranceles por parte de Trump no es nuevo. Han servido como mecanismo de presión en temas como migración, seguridad fronteriza y combate al fentanilo. Pero en esta ocasión, el nuevo gravamen excluye a Reino Unido, dejando fuera incluso a socios comerciales formales como México y Canadá. Esto ha encendido alertas sobre una posible renegociación abierta del TMEC.
Según Mariana Aparicio Ramírez, investigadora de la UNAM, esta medida tiene claras motivaciones electorales: “Trump está apelando al votante medio de sectores industriales afectados; Sheinbaum, a los trabajadores mexicanos que dependen de esta industria”.
La presidenta mexicana cerró la reunión del miércoles con líderes del sector con un mensaje claro en redes sociales: “Nuestra responsabilidad es proteger los empleos”. Por su parte, Ebrard calificó los aranceles como “injustos, insostenibles e inconvenientes”, y aseguró que México defenderá sus intereses en la mesa de negociación.
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