• Matan a entrenador del equipo de básquetbol triqui en Oaxaca.
• Rigoberto, originario de Río Venado y de 34 años, conocido por su labor como maestro de preescolar.
• El pueblo triqui testigo de una compleja y prolongada violencia.

El asesinato de Rigoberto Martínez, entrenador del equipo de básquetbol “Los niños descalzos de la montaña” y miembro del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), ha conmocionado a la comunidad triqui y a todo el estado de Oaxaca. La noche de ayer, Martínez asesinado frente a la Escuela Normal Experimental en Putla Villa de Guerrero, un hecho que se suma a una creciente ola de violencia que afecta a los activistas y líderes de esta comunidad indígena.

Rigoberto, originario de Río Venado y de 34 años, conocido por su labor como maestro de preescolar en San José Yosocañu y por su incansable apoyo al desarrollo deportivo de la niñez triqui. Bajo su guía, un grupo de niños sorprendió al mundo al destacarse en el básquetbol jugando descalzos, ganándose el reconocimiento como “Los niños descalzos de la montaña”. Este logro no solo mostró su talento, sino también la capacidad de resiliencia y esfuerzo de esta comunidad marginada.

Sin embargo, el homicidio de Martínez no es un hecho aislado. Apenas unas semanas atrás, dos mujeres triquis, Adriana y Virginia Ortiz García, también integrantes del MULT, asesinadas en Oaxaca. Este ciclo de violencia refleja las profundas divisiones y conflictos internos que persisten en la región triqui, donde décadas de rivalidades políticas y sociales han cobrado la vida de al menos 33 activistas y defensores de los derechos indígenas tan solo en los últimos años de la presente administración estatal.

El Conflicto Triqui: Un Problema de Raíz Histórica

El pueblo triqui ,testigo de una compleja y prolongada violencia, la cual se remonta a más de dos décadas. A pesar de los acuerdos de paz firmados en mayo de 2022 entre los líderes de los movimientos de Unificación de Lucha Triqui y Unificación de Lucha Triqui Independiente junto a autoridades federales y estatales, la paz sigue siendo un objetivo distante. El MULT, que aboga por los derechos de la comunidad triqui, continúa siendo blanco de ataques y represalias.

La Coordinadora Contra la Represión y por la Justicia ha denunciado este nuevo asesinato, calificándolo como un reflejo de la impunidad y desprotección en la que viven los activistas indígenas en México. Cada crimen que se suma a esta larga lista expone la insuficiencia de las medidas gubernamentales para proteger a los defensores de los derechos humanos y fortalecer la paz en la región.

Un Llamado Urgente a la Justicia

La muerte de Rigoberto Martínez y las recientes víctimas de esta violencia despiertan la urgencia de exigir justicia y garantías de seguridad para los activistas triquis, quienes enfrentan el peligro diario en su lucha por los derechos de su comunidad. Es imperativo que las autoridades respondan a esta crisis con acciones concretas y efectivas, en lugar de limitarse a acuerdos que no ofrecen soluciones duraderas.

Mientras tanto, la comunidad triqui y sus aliados continúan exigiendo justicia y el cese de la represión. El legado de personas como Rigoberto Martínez, que dedicó su vida a empoderar a la juventud indígena a través del deporte y la educación, no debe ser silenciado por la violencia. Sus esfuerzos representan un faro de esperanza en una región donde la paz y la justicia son aún una aspiración lejana.