- Joaquín Guzmán López se declarará culpable en EU.
- La decisión llega tras la entrega del Mayo Zambada y profundiza la fractura interna del Cártel de Sinaloa.
Joaquín Guzmán López, hijo del histórico líder del Cártel de Sinaloa Joaquín El Chapo Guzmán, se declarará culpable en un tribunal del distrito de Illinois el próximo 1 de diciembre, según una notificación judicial difundida este viernes. Guzmán López, de 39 años, protagonizó uno de los movimientos más inesperados del último año: la entrega a autoridades estadounidenses de Ismael El Mayo Zambada, el aliado más cercano de su padre y uno de los capos más longevos del narcotráfico en México. Su rendición ante Washington ocurrió en julio de 2024 y aceleró la caída de las principales estructuras históricas del cártel.
De concretarse el proceso, Guzmán López se convertiría en el segundo hijo del Chapo en aceptar sus crímenes ante la justicia estadounidense, después de que su hermano Ovidio, El Ratón, hiciera lo propio el pasado 11 de julio ante la Corte de Chicago.
La minuta entregada a la jueza Sharon Johnson Coleman detalla que la audiencia presencial programada para el 1 de diciembre pasará a ser una audiencia de cambio de declaración, confirmando el giro definitivo en el caso. El proceso se inscribe en la crisis interna más profunda que ha vivido el Cártel de Sinaloa en décadas: tras la entrega del Mayo, se fracturaron por completo las dos facciones que habían coexistido dentro de la organización —la “chapiza”, liderada por los hijos del Chapo, y la “mayiza”, el brazo armado de Zambada—. Culiacán, su bastión histórico, se convirtió desde entonces en territorio de confrontación.
A diferencia de Ovidio Guzmán, cuya figura pública creció tras desafiar al Estado mexicano, Joaquín Guzmán López ha mantenido un perfil más discreto. Sin embargo, informes del Departamento de Estado revelan que comenzó su actividad criminal desde muy joven, invirtiendo grandes sumas de dinero en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia, lo que lo convirtió en un operador clave después de la captura del Chapo en 2017.
La detención de Guzmán López y la entrega del Mayo provocaron un debilitamiento significativo del Cártel de Sinaloa en México. Ese declive aprovechado por uno de sus rivales más agresivos: el Cártel Jalisco Nueva Generación, que ha avanzado en territorios tradicionalmente disputados.
En contraste, la historia de Ovidio Guzmán ha estado marcada por episodios de violencia que exhibieron la capacidad del cártel para retar al Estado. La primera captura del Ratón en 2019 desató un operativo fallido que paralizó Culiacán y obligó al Gobierno de López Obrador a liberarlo. Su segundo arresto, en enero de 2023 en Jesús María, dejó un saldo de enfrentamientos, casquillos y sangre en las calles. Finalmente, extraditado a Chicago en 2023, donde dos años después se declaró culpable de narcotráfico y pertenencia a una organización criminal, frente a la misma jueza que hoy supervisa el caso de su hermano.
La declaración de Joaquín Guzmán López ante la justicia estadounidense marca un nuevo capítulo en el derrumbe del viejo orden del Cártel de Sinaloa. Con la chapiza enfrentada, el Mayo fuera del tablero y los hijos del Chapo pactando con Washington, el futuro del grupo criminal más poderoso de México se redefine ante la mirada del mundo.







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