- Joaquín Guzmán López confiesa secuestro del Mayo Zambada.
- Se declaró culpable en EU de narcotráfico y crimen organizado.
- Provocando una ruptura interna en el Cártel de Sinaloa.
Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, se declaró este lunes culpable de dos cargos por narcotráfico y crimen organizado ante una Corte del Distrito Norte de Illinois, en Estados Unidos. Durante la audiencia, el sinaloense de 39 años reveló un dato clave: él mismo secuestró y entregó a Ismael El Mayo Zambada, socio histórico de su padre y uno de los líderes más poderosos del Cártel de Sinaloa.
La confesión, recogida por medios estadounidenses, marca un giro inédito dentro de la estructura criminal. Guzmán López narró ante la jueza Sharon Johnson cómo engañó al Mayo con el pretexto de ayudarle a resolver una disputa. Lo llevó hasta una habitación con ventanas retiradas a propósito; por ahí ingresaron varios hombres que lo sometieron, le colocaron una bolsa en la cabeza y lo trasladaron a una pista de aterrizaje cercana.
Ahí, según su testimonio, lo subieron a un avión privado y lo sedaron durante el vuelo, que terminó en territorio estadounidense, donde ambos fueron llevados a prisión. Pese a su larga trayectoria criminal, el Mayo nunca había pisado una cárcel, aun cuando el Gobierno estadounidense ofrecía 15 millones de dólares por información que llevara a su captura.
COINCIDE CON CARTA
El relato coincide parcialmente con la carta que Zambada difundió tras su detención, donde aseguró que el encuentro ocurrió a las afueras de Culiacán y que acudió pensando que se reuniría con el gobernador Rubén Rocha Moya y con el exalcalde Héctor Melesio Cuén para “resolver diferencias políticas”. En el documento, el Mayo negó haberse entregado de forma voluntaria.
Nuevas páginas del acuerdo de culpabilidad filtradas este lunes indican que Guzmán López cometió el secuestro buscando “crédito de cooperación” ante Estados Unidos para él y para su hermano Ovidio, aunque el propio documento aclara que Washington nunca solicitó esa acción ni se la reconocerá como cooperación.
La confesión confirma lo anticipado desde el viernes, cuando documentos judiciales filtrados en redes adelantaban que Guzmán López cambiaría su declaración. Durante años mantuvo un perfil discreto dentro del Cártel de Sinaloa, operando inversiones en marihuana y cocaína entre México y Colombia, según el Departamento de Estado. Tras la captura del Chapo en 2017, escaló como operador clave de la facción de Los Chapitos.
Ovidio Guzmán, su hermano menor, ya se había declarado culpable en julio pasado luego de ser extraditado desde México en septiembre de 2023. Su primera detención en 2019 provocó la violenta operación conocida como el “Culiacanazo”, que obligó al Gobierno federal a liberarlo para evitar más derramamiento de sangre.
Ruptura dentro del Cártel de Sinaloa
La entrega del Mayo desató una fractura inmediata entre Los Chapitos y la facción de los Mayitos. En los días posteriores, Culiacán se convirtió en escenario de enfrentamientos, bloqueos y despliegues armados, profundizando la guerra interna. Desde entonces, el Cártel de Sinaloa ha perdido fuerza en el país, una circunstancia que otros grupos criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, han buscado aprovechar para expandir su control territorial.







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