- Harfuch afirma que Los Chapitos y La Mayiza pierden fuerza.
- Destacó que se ha logrado la detención de casi 50 objetivos prioritario.
- El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, fuertemente criticado por minimizar la crisis de violencia.
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, aseguró en la conferencia matutina de este viernes que el conflicto entre las facciones del Cártel de Sinaloa, conocido como Los Chapitos y La Mayiza, muestra señales de desgaste tras cuatro meses de enfrentamientos. Este escenario marca el mayor cisma dentro de la organización criminal en casi 15 años, con un saldo oficial de 692 asesinatos desde el inicio de la disputa en septiembre.
García Harfuch destacó que, desde el arranque de la administración de Claudia Sheinbaum, se ha logrado la detención de casi 50 objetivos prioritarios y el aseguramiento de más de 600 armas y 400 vehículos. Además, enfatizó que la estrategia de seguridad comienza a dar resultados, con días en los que no se registran homicidios en Sinaloa. “Definitivamente ha habido avances”, aseguró el funcionario, quien ha estado coordinando las acciones gubernamentales en el terreno desde diciembre.
La captura de Ismael “El Mayo” Zambada en julio y su acusación de traición contra Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, detonaron el conflicto interno que ha desatado una ola de violencia en Culiacán y otras regiones del estado. Decapitaciones, secuestros, robos y ataques a comercios han generado pánico entre la población, mientras las facciones rivales buscan consolidar su poder.
Un estado bajo presión
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, fuertemente criticado por minimizar la crisis de violencia, enfrentando reclamos de empresarios y opositores por la falta de resultados. La renuncia de la fiscal estatal, Sara Bruna Quiñónez, y del secretario de Seguridad Pública, Gerardo Mérida, ha intensificado la percepción de un estado incapaz de contener el caos. Sin embargo, Rocha Moya ha descartado dejar su cargo y niega cualquier vínculo con el crimen organizado.
El conflicto en Sinaloa ha trascendido fronteras. En Estados Unidos, los procesos legales contra líderes del cártel avanzan. Joaquín y Ovidio Guzmán López negocian posibles acuerdos de culpabilidad, mientras que Zambada enfrenta su próxima audiencia en abril. Estos casos son seguidos de cerca por el gobierno mexicano, que ha exigido a la administración de Donald Trump transparencia en las detenciones y sus posibles implicaciones.
Una estrategia en el punto de mira
Claudia Sheinbaum, en su informe por los primeros 100 días de gobierno, defendió la estrategia de seguridad y reafirmó su compromiso con la pacificación de Sinaloa. Sin embargo, el desafío es mayúsculo. Con una población aterrorizada, la presión internacional y un cártel fragmentado, la estabilidad en el estado depende de la capacidad del gobierno para mantener el control sobre un territorio históricamente dominado por el crimen organizado.
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