Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa, quien ha estado cumpliendo condena en la prisión de máxima seguridad en Florence, Colorado durante los últimos cuatro años, ha presentado una solicitud al juez Brian Cogan para permitir visitas de su esposa, Emma Coronel, y sus dos hijas menores de edad.

A través de una carta escrita a mano, Guzmán, de 66 años, solicita al juez considerar la petición una vez que su esposa sea liberada bajo libertad condicional el próximo 13 de septiembre. Coronel, influencer y exreina de belleza, ha estado bajo arresto domiciliario en Los Ángeles desde junio pasado.

En la carta, Guzmán menciona que durante su juicio en Nueva York, los fiscales se opusieron a que él se reuniera con Coronel, argumentando que podría influir en los testigos que declararon en su contra. Sin embargo, ahora que Guzmán ya está condenado y no enfrenta más audiencias, considera que ese temor no tiene validez.

Además, señala que sus hijas, Emali Guadalupe y María Joaquina, quienes estudian en México y visitan a su padre solo unas pocas veces al año debido a las restricciones, tienen la nacionalidad estadounidense al haber nacido en Los Ángeles.

La carta también hace mención de las dificultades en la comunicación con sus abogados y se queja de las condiciones de aislamiento en prisión, algo que ya había expresado en comunicaciones anteriores.

Guzmán, conocido por sus evasiones espectaculares de cárceles mexicanas en el pasado, cumple cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad, también conocida como «Supermax», y se le ha impuesto una multa de 12,000 millones de dólares por los daños causados por su empresa.

Esta solicitud ha sido recibida en medio de la creciente atención pública sobre las condiciones de reclusión de Guzmán y sus intentos de comunicarse con el exterior.

A pesar de sus anteriores fugas en México, las autoridades estadounidenses consideran extremadamente improbable que alguien logre escapar de la Supermax, que ha mantenido su récord impecable desde su apertura en 1994.