- Desaparecida en el Ajusco: la búsqueda de Ana Ameli García.
- Su familia y rescatistas la buscan con drones, perros y helicópteros.
- El tiempo apremia.
La joven subió sola al Pico del Águila, en el Ajusco, y ya no volvió. Su familia y rescatistas trabajan contrarreloj para encontrarla.
Desde el sábado pasado, familiares, autoridades y grupos de rescate buscan sin descanso a Ana Ameli García, una joven de 19 años desaparecida tras emprender una caminata en el Pico del Águila, uno de los puntos más altos del Ajusco, en la Ciudad de México.
Ana Ameli, quien el año pasado comenzó a estudiar Biología, se encontraba en un periodo de transición académica y personal: preparaba un nuevo examen para ingresar a la carrera de Fisioterapia, trabajaba en un gimnasio de escalada, estudiaba francés y disfrutaba el senderismo. En esa última afición encontró una pasión que el sábado la llevó a emprender una ruta en solitario.
“En un momentito bajo”
De acuerdo con la versión de las autoridades, la joven ingresó sola al parque y, ya dentro, se unió a un grupo de excursionistas con los que ascendió hasta el Pico del Águila, a 3,900 metros de altitud. Cuando el grupo decidió descender, Ameli les dijo: “En un momentito bajo, conozco la zona”. Ese fue el último contacto.
Esa noche, al no tener noticias de ella, su hermano Leonardo alertó a la madre, Vanessa Gámez, quien desde el extranjero coordinó la denuncia de desaparición y movilizó redes sociales y colectivos de rescate. “Desde ese momento dejé de dormir”, relata.
Un celular detenido en la cima
La familia logró rastrear la última ubicación del celular de Ameli, que marcaba el punto exacto del Pico del Águila. A partir de ahí, cuerpos de búsqueda especializados han desplegado drones con sensores térmicos, helicópteros, binomios caninos y equipos de montaña. Sin embargo, aún hay una zona de difícil acceso que no ha sido explorada por completo.
“Falta llegar hasta un punto muy complicado; se necesita maquinaria, rapel, todo el apoyo posible”, clama la madre.
Un bosque que guarda historias
El Ajusco, al sur de la capital mexicana, es un pulmón natural lleno de veredas, barrancas y cabañas. También es un lugar donde muchas familias han comenzado o cerrado búsquedas dolorosas.
Ahí fue hallada Montserrat Uribe, gracias a una pista anónima depositada en uno de los “buzones de la paz”, instalados por colectivos. También sigue activa la búsqueda de Pamela Gallardo, desaparecida en 2017 durante un festival musical.
“Me he sentido acompañadísima por grupos civiles y autoridades”, dice Vanessa Gámez, madre de Ameli, “pero el tiempo apremia. Lo único que pido es que vayamos más rápido”.
Mientras tanto, sigue la búsqueda de una joven descrita por su madre como “inteligente, espiritual, amable y comprometida con la vida”.
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