- Congreso aprueba reforma que refuerza el poder de la SSPC.
- La SSPC adquiere nuevas facultades, como la investigación de delitos.
- Esta reforma marca un alejamiento de la política de “abrazos no balazos” del anterior Gobierno.
Con 441 votos a favor, ninguna abstención ni votos en contra, el Congreso de México aprobó este jueves una reforma constitucional que modifica el artículo 21, ampliando las competencias de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Esta iniciativa, promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum y respaldada por el Senado desde el 1 de noviembre, busca fortalecer la estrategia nacional de seguridad pública y el Sistema Nacional de Inteligencia bajo el liderazgo de Omar García Harfuch.
Más atribuciones para la «Supersecretaría»
La SSPC adquiere nuevas facultades, como la investigación de delitos en colaboración con el Ministerio Público y la Guardia Nacional. Además, tendrá la capacidad de coordinar a los tres niveles de gobierno y fiscalizar los recursos federales destinados a la seguridad en los estados. Estas atribuciones consolidan a la dependencia como un eje clave en la estrategia de seguridad nacional.
Durante la sesión, diputadas y diputados de diversas bancadas calificaron la reforma como “necesaria” y “urgente”. Sin embargo, algunos representantes de Movimiento Ciudadano (MC) expresaron críticas.
El diputado Gildardo Gabino advirtió que, aunque respaldaban la iniciativa, el Gobierno no ha detallado cómo implementará los cambios considerando las limitaciones actuales de la SSPC.
“La Seguridad Pública es una política de Estado, pero ustedes carecen de una estrategia clara”, afirmó.
Un cambio de rumbo en la estrategia de seguridad
Esta reforma marca un alejamiento de la política de “abrazos no balazos” del anterior Gobierno y refuerza a García Harfuch como una de las figuras más poderosas del gabinete de Sheinbaum. Además, se prevé la creación de tres nuevas subsecretarías para 2025, destacando la Subsecretaría de Investigación e Inteligencia Policial, liderada por Héctor Elizalde, colaborador cercano de Harfuch.
Críticas y retos en medio de la crisis de violencia
Aunque el consenso político en torno a la necesidad de esta reforma ha sido amplio, persisten dudas sobre su ejecución. Las críticas se centran en cómo se financiarán y coordinarán estas acciones en un país asolado por la violencia.
Desde los ataques en Querétaro y el Estado de México, hasta las guerras entre cárteles en Sinaloa y los asesinatos en Guerrero y Michoacán, la inseguridad sigue siendo un reto monumental para la Administración de Sheinbaum.
El proyecto ahora pasará a los congresos estatales para su ratificación, mientras el país observa de cerca cómo esta reforma impactará en la lucha contra la delincuencia.
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