• Claudia Sheinbaum condena el asesinato del alcalde de Uruapan.
• Promete justicia “sin impunidad”.
• El crimen ha sacudido a Michoacán y reavivado el debate sobre la seguridad y la violencia política en México.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó este lunes el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el sábado durante la inauguración de un acto público en Michoacán. La mandataria calificó el crimen como “cobarde y vil” y aseguró que se utilizará “toda la fuerza del Estado” para garantizar justicia.

“Hay quien pide, como ocurrió con la guerra contra el narco, la militarización y la guerra: eso no funcionó. La única manera de construir paz y seguridad es la justicia”, declaró Sheinbaum, quien insistió en que su gobierno busca erradicar la impunidad mediante una política enfocada en la justicia social y el fortalecimiento de las instituciones.

Carlos Manzo es el séptimo alcalde asesinado en México en lo que va del año y el tercero en Michoacán. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, informó que el edil contaba con escoltas y apoyo de la Guardia Nacional desde diciembre pasado. Uno de sus guardias de seguridad abatió a uno de los agresores durante el ataque, y hasta ahora se reportan dos detenidos.

AMENAZAS DEL CRIMEN ORGANIZADO

El alcalde había denunciado amenazas del crimen organizado, particularmente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras, grupos que operan en la región productora de aguacate, un negocio valuado en más de 3.000 millones de dólares anuales.

El homicidio ha generado indignación en Michoacán. En Uruapan, el cortejo fúnebre se convirtió en una manifestación ciudadana, mientras que en Morelia se registraron protestas frente al Palacio de Gobierno estatal.

El asesinato también provocó tensiones políticas. Dirigentes del PRI y del PAN responsabilizaron al Gobierno federal por el crimen, mientras que Sheinbaum respondió que “el uso político de la tragedia no ayuda a construir paz”.

Actualmente, según la Secretaría de la Defensa Nacional, hay más de 102.000 elementos del Ejército y la Guardia Nacional desplegados en el país como parte de la estrategia de seguridad federal.