- Asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz sacude a Morena.
- El crimen contra dos colaboradores cercanos a Clara Brugada deja a Morena de luto.
- La presidenta Sheinbaum se enteró en plena Mañanera.
CIudad de México.- Durante la conferencia matutina del Gobierno federal, la presidenta Claudia Sheinbaum fue notificada del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, dos de los colaboradores más cercanos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. La información llegó a través de un mensaje del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien, visiblemente impaciente, pidió que la nota fuera entregada de inmediato a Sheinbaum mientras Rosa Icela Rodríguez hablaba sobre el combate a las causas sociales de la violencia. Un sicario había disparado al corazón del partido oficialista.
Minutos después, García Harfuch se acercó a la presidenta para brindarle más detalles: otro atentado de alto perfil, otro golpe en la capital, otra vez contra Morena. El secretario, sobreviviente de un atentado en 2020 atribuido al Cártel Jalisco Nueva Generación, comprendía mejor que nadie el peso de este tipo de mensajes.
Pero esta vez el crimen no sigue una lógica tradicional: ni Guzmán ni Muñoz eran policías ni fiscales, sino militantes y operadores políticos clave en la estructura de Brugada. La ejecución, sin embargo, se realizó con violencia extrema: 12 disparos contra el vehículo en el que viajaban rumbo al trabajo, el atacante huyó con casco de motociclista, símbolo de la impunidad creciente en el país.
XIMENA GUZMÁN Y JOSÉ MUÑOZ
Ximena Guzmán, de 42 años, socióloga del deporte, y José Muñoz, politólogo de 52, representaban el espíritu de lucha que Morena suele evocar en sus discursos: la defensa de los marginados, el activismo desde las bases, la convicción de un país más justo. Por eso, su asesinato resuena con fuerza entre los militantes y desconcierta aún más al círculo cercano de la 4T.
Durante una conferencia de prensa, Brugada no ocultó su dolor. “Me siento muy triste. Eran mis compañeros, mis amigos, mi equipo. A Pepe lo conocía desde niño, era de los más inteligentes y responsables. Ximena era incansable, una mujer maravillosa”, expresó con la voz entrecortada. Su declaración se mezcla con las consignas históricas de la izquierda: “¡Zapata vive, la lucha sigue!”, corearon militantes durante el velorio.
Pero esta vez, el reclamo no es hacia un gobierno ajeno: Morena gobierna. Y el golpe ha sido en casa.
La jefa de Gobierno capitalino aseguró que no existían amenazas previas contra las víctimas. Sin embargo, las preguntas ya están sobre la mesa: ¿Eran los verdaderos objetivos del ataque? ¿O era un mensaje directo para Clara Brugada? ¿O para toda Morena?
NOROÑA LANZA ADVERTENCIA
El senador Gerardo Fernández Noroña lanzó una advertencia: “Condeno la violencia que están promoviendo en nuestra contra”. Xóchitl Bravo, coordinadora de Morena en el Congreso local, sugirió que la agresión responde al avance contra el crimen en la ciudad. “La 4T permanecerá firme”, afirmó.
Desde el Palacio Nacional, Sheinbaum prometió justicia. En Morena, sin embargo, se percibe un ambiente de duelo, de desconfianza, de vulnerabilidad. El asesinato de dos figuras clave revela una nueva dimensión de la violencia en México: la que no sólo ataca estructuras de poder, sino también convicciones ideológicas.
El cierre de filas es inmediato. La preocupación, también.
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