• AMLO se despide con dos reformas: GN y de pueblos indígenas.
• Celebró que la reforma establece la incorporación de esta fuerza a la Secretaría de la Defensa Nacional .
• Ambas reformas presentadas el 5 de febrero de 2024.

En su última aparición pública como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador firmó dos reformas constitucionales que marcarán el cierre de su administración. Una relacionada con la Guardia Nacional y otra con los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, ambas impulsadas por el mandatario y aprobadas por el Congreso en septiembre de 2024.

Durante la ceremonia, el presidente destacó la importancia de la reforma sobre la Guardia Nacional, institución que ahora cuenta con 130 mil elementos y 500 cuarteles.

Además, celebró que la reforma establece la incorporación de esta fuerza a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), lo que, según López Obrador, le dará mayor solidez, permanencia y un manejo honesto. «La Guardia Nacional será una institución que mantendrá la línea divisoria entre delincuencia y autoridad», enfatizó.

El evento contó con la presencia del secretario de Defensa, general Luis Cresencio Sandoval, del titular del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, y de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.

Derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos

Respecto a la reforma sobre los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, López Obrador la calificó como un paso significativo para proteger y garantizar los derechos de las comunidades originarias. «Esta reforma representa la verdad más íntima de nuestro país, el México profundo», subrayó.

Ambas reformas presentadas el 5 de febrero de 2024, en el aniversario de la Constitución, y lograron la aprobación del Congreso en septiembre, gracias al respaldo de las cámaras legislativas y 26 legislaturas locales.

Reconocimiento a Claudia Sheinbaum

En su última conferencia de prensa, López Obrador también dedicó palabras de admiración hacia Claudia Sheinbaum, quien lo sucederá como presidenta de México a partir del 1 de octubre. Calificó a Sheinbaum como una «mujer excepcional» y «humanista», destacando su trato respetuoso a lo largo de la transición de poder. «Cualquier otro hubiese optado por desmarcarse, pero Claudia mantuvo su apoyo y respeto», declaró el mandatario.