- Adán Augusto vs. Monreal.
- A pesar de los esfuerzos del oficialismo por calmar las aguas, la pugna ha revivido las tensiones.
- Claudia Sheinbaum intervino rápidamente, exigiendo que las denuncias se formalicen a través de los canales adecuados.
El choque entre Ricardo Monreal y Adán Augusto López, líderes parlamentarios de Morena en el Congreso, ha expuesto las grietas internas de la llamada Cuarta Transformación, poniendo en jaque el discurso de unidad y anticorrupción de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La riña se desató cuando Adán Augusto acusó públicamente a Monreal de presuntas irregularidades financieras durante su gestión como coordinador del Senado, señalando contratos millonarios con empresas fantasma. Las acusaciones, lanzadas desde la tribuna en pleno cierre del periodo legislativo, marcaron un punto crítico dentro del partido.
Monreal respondió a través de redes sociales, sugiriendo que las diferencias internas podrían provocar el “deterioro estructural” del movimiento. Sin embargo, tras una reunión urgente encabezada por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ambos líderes aceptaron tomarse una fotografía simbólica para enviar un mensaje de aparente unidad.
A pesar de los esfuerzos del oficialismo por calmar las aguas, la pugna ha revivido las tensiones entre los dos excandidatos presidenciales, quienes compitieron con Sheinbaum en las internas de Morena y terminaron en el Congreso como “premio de consolación”. La sombra de la campaña electoral aún persigue al partido, especialmente por las viejas disputas sobre el financiamiento de sus recorridos por el país.
Claudia Sheinbaum intervino rápidamente, exigiendo que las denuncias se formalicen a través de los canales adecuados y no se conviertan en un espectáculo público.
“Si tienen algo que denunciar, que se denuncie. No puede ser un tema de recursos el que lleve a una discusión”, sentenció la mandataria en su conferencia matutina.
LUISA MARÍA ALCALDE SALE EN DEFENSA DE SHEINBAUM
Por su parte, Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, salió en defensa de la presidenta: “La unidad de nuestro movimiento es nuestra fuerza. Todos los dirigentes de Morena tenemos la responsabilidad histórica de mantenerla”.
La disputa no solo dejó un golpe en la imagen de cohesión del partido, sino que también ha motivado una propuesta de reforma a la Ley Orgánica del Congreso. Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de la bancada de Morena, ya prepara un proyecto para reforzar la fiscalización de recursos y la rendición de cuentas en el Senado y la Cámara de Diputados. La iniciativa será presentada al inicio del próximo periodo legislativo, en febrero.
La crisis entre los “pesos pesados” de Morena no solo ha evidenciado la fragilidad de la unidad interna, sino que también ha reactivado las comparaciones con el PRD y sus tradicionales tribus políticas. Mientras la Cuarta Transformación intenta cerrar este capítulo, el mensaje de Claudia Sheinbaum es claro: las fracturas deben resolverse, y la prioridad es preservar el proyecto de transformación.
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