- Adán Augusto: La mano dura de la reelección de Rosario Piedra.
- Según fuentes del Senado, un sector considerable del grupo parlamentario estaba en desacuerdo con la continuidad de Piedra.
- La influencia de López fue determinante desde el inicio del proceso de selección de la CNDH.
El senador Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación y figura clave de Morena en el Congreso, ha vuelto a tomar el centro de la política en el Senado. Conocido como el operador por excelencia, López logró reunir los 87 votos necesarios para asegurar la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), no sin enfrentar una serie de desafíos en el camino. La negociación fue especialmente complicada debido a una inesperada oposición dentro del propio bloque oficialista conformado por Morena, PT y Partido Verde.
Según fuentes del Senado, un sector considerable del grupo parlamentario estaba en desacuerdo con la continuidad de Piedra, quien ha recibido críticas por su gestión en derechos humanos. En una reunión privada, López defendió la reelección como una directiva clara de la presidenta Claudia Sheinbaum y presionó a los legisladores oficialistas para que respaldaran a Piedra. En un intento por asegurar la votación, propuso incluso el uso de papeletas pre-marcadas, lo cual generó malestar en algunos senadores que recordaron las prácticas de control del antiguo PRI.
Durante tres horas de debate, la sesión del Senado giró en torno a la manera de votación, con López sugiriendo que los senadores debían mostrar sus votos antes de depositarlos en la urna. Algunos miembros del bloque, particularmente del PT y el Partido Verde, expresaron sus dudas respecto a la reelección de Piedra. El descontento llegó al punto en que algunos senadores anularon su voto en señal de protesta, aunque esto no afectó el resultado final gracias a la mayoría de Morena.
La influencia de López fue determinante desde el inicio del proceso de selección de la CNDH, pues según fuentes anónimas, primero se aseguró de que Piedra estuviera en la terna final de candidatas. Además, sectores morenistas promovieron una campaña de desprestigio contra Nashieli Ramírez, otra candidata bien evaluada, para inclinar la balanza a favor de Piedra. La madrugada del miércoles, se confirmó su reelección pese a las divisiones internas y las críticas que apuntan a una falta de independencia en las decisiones del bloque oficialista.
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