• 30 años de prisión a exagente de la CIA por agresiones sexuales.
• Raymond, de 48 años, arrestado en octubre de 2020 tras la denuncia de una mujer que gritaba desde su balcón.
• La CIA ha condenado los actos de Raymond, afirmando que su comportamiento es inexcusable.

El exagente de la CIA, Brian Jeffrey Raymond, condenado a 30 años de prisión por agredir sexualmente a al menos 28 mujeres en México y, posiblemente, en su país natal. La jueza estadounidense Colleen Kollar-Kotelly lo calificó como “un depredador sexual” durante la audiencia, donde el acusado escuchó su sentencia vestido con un traje naranja y una barba canosa.

Raymond, de 48 años, arrestado en octubre de 2020 tras la denuncia de una mujer que gritaba desde su balcón en la Ciudad de México. Aunque su inmunidad diplomática le permitió regresar a EE.UU. sin procesarlo en México, las autoridades estadounidenses encontraron cientos de fotografías y videos en sus dispositivos que documentaban sus agresiones.

Desde su llegada a la Embajada de EE.UU. en 2018, Raymond utilizó su residencia en Polanco, una de las zonas más exclusivas de la capital mexicana, como un escenario para sus crímenes. Atraía a mujeres a través de aplicaciones de citas como Tinder, las drogaba y luego las fotografiaba mientras estaban inconscientes. Las víctimas han compartido el horror que vivieron, al enterarse posteriormente de los abusos a través del FBI, que les mostró las imágenes de las agresiones.

LA CIA ENFRENTA UNA CRECIENTE ATENCIÓN

La sentencia de Raymond llega en un contexto donde la CIA enfrenta una creciente atención por casos de mala conducta sexual. Recientemente, se han reportado otras denuncias contra oficiales de la agencia, lo que ha llevado a una ola de testimonios de mujeres víctimas de acoso y agresiones.

La CIA ha condenado los actos de Raymond, afirmando que su comportamiento es inexcusable. Sin embargo, a casi cuatro años de su arresto, los fiscales no han aclarado la naturaleza exacta de su trabajo ni han proporcionado una lista completa de los países donde se cometieron los abusos.

La defensa de Raymond argumentó que su trabajo en la CIA lo llevó a una insensibilidad emocional que facilitó su conducta depredadora. Sin embargo, las víctimas continúan exigiendo justicia y reconocimiento de su sufrimiento.