• Siguen proponiendo métodos de defensa para tránsitos de Torreón.
• Está sobre la mesa el gas lacrimógeno o bastones retráctiles.
• También recomiendan que al momento de imponer una infracción, el número de agentes supere al de las personas que se va a sancionar.

Aunque se ha propuesto dotar a los elementos de Tránsito y Vialidad de Torreón con gas lacrimógeno o bastones retráctiles como herramientas de defensa, esta medida aún no se contempla como parte de su equipamiento. La sugerencia fue presentada en el Consejo Consultivo de Vialidad, pero hasta el momento, no se ha integrado oficialmente al uniforme de los agentes.

El Consejo también recomendó que, al momento de imponer una infracción, el número de agentes supere al de las personas que se va a sancionar, como una medida de seguridad adicional. En relación con esto, el director de Movilidad Urbana y Vialidad de Torreón, Luis Alberto Morales Cortés, explicó que este protocolo ya se sigue, ya que se procura que siempre haya al menos dos oficiales en una patrulla. Según Morales Cortés, esto garantiza que, en caso de situaciones complejas, como la revisión de un conductor con aliento alcohólico, se cuente con una ventaja numérica que permita imponer el orden.

«Cuando se detecta a una persona que ha infringido las normas de tránsito y además muestra signos de haber consumido alcohol, la regla es que se despliegue al doble de oficiales en la escena. De esta manera, si en un vehículo viajan dos personas, se enviarán al menos cuatro agentes», explicó Morales.

El director también señaló que los oficiales de Vialidad pueden utilizar sus radios de comunicación para solicitar apoyo adicional cuando sea necesario. Sin embargo, admitió que en ocasiones hay demoras en la llegada de grúas, lo que puede complicar ciertas intervenciones.

Status

Actualmente, la corporación cuenta con entre 30 y 40 elementos por turno y ha incrementado su estado de fuerza en un 20% durante el último año, alcanzando casi los 360 oficiales. A pesar de este aumento, Morales enfatizó que la seguridad de los agentes siempre debe ser prioritaria, aunque esto signifique que en algunos casos, los infractores se retiren del lugar.

Finalmente, Morales Cortés confirmó que la propuesta para equipar a los agentes con gas lacrimógeno sigue en discusión, pero que no ha sido incorporada al uniforme. «La decisión sobre si es necesario o no añadir estas herramientas la tomarán más adelante. Por el momento, con los protocolos actuales se ha logrado cumplir con las labores de vigilancia sin incidentes mayores», concluyó.