- Se pierden especies endémicas en Cañón de Fernández.
- Especie invasora habría sido el principal causante.
- Expertos explican la problemática.
Lerdo.- En el corazón del Cañón de Fernández, un paisaje natural icónico en el norte de México, se gesta una crisis silenciosa pero devastadora para su ecosistema acuático. La problemática radica en la proliferación descontrolada del cangrejo Procambarus Clarkii, una especie invasora originaria de Norteamérica que ha arrasado con prácticamente todos los peces endémicos en la parte baja del río.
Gabriel Cardoza Martínez, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), ha sido testigo directo de esta transformación. Según sus investigaciones, el cangrejo rojo fue introducido en la región hace aproximadamente dos décadas, inicialmente en áreas cercanas como Ciudad Juárez y Monterrey, para luego expandirse de manera alarmante por el Cañón de Fernández.
«Hoy en día enfrentamos un problema enorme. La mayoría de las personas no son conscientes de la amenaza que representa este cangrejo rojo. Muchos piensan erróneamente que forma parte natural del ecosistema del río», comentó el investigador. Esta percepción equivocada ha contribuido a que la invasión del Procambarus Clarkii pase desapercibida para muchos, a pesar de su impacto devastador.
Se pierden especies endémicas en Cañón de Fernández
A nivel global, las especies exóticas invasoras son reconocidas como una de las principales causas de pérdida de biodiversidad. En el caso de México, esta problemática no es excepción y representa un desafío ambiental significativo. En el Cañón de Fernández, la UJED ha dedicado más de una década a estudiar y documentar los efectos nocivos de esta invasión.
Los esfuerzos por contener la proliferación del Procambarus Clarkii no han sido suficientes hasta el momento. A pesar de los programas de monitoreo y las iniciativas de control implementadas por las autoridades ambientales locales, la capacidad invasora de este crustáceo sigue siendo una amenaza latente para la biodiversidad del Cañón de Fernández. La falta de conciencia pública sobre la gravedad del problema y la necesidad urgente de medidas preventivas más efectivas agravan aún más la situación.
La colaboración entre instituciones académicas, autoridades gubernamentales y la comunidad local se presenta como una vía prometedora para desarrollar estrategias más robustas y sostenibles. Solo a través de un compromiso colectivo y acciones coordinadas será posible proteger la riqueza natural de este emblemático ecosistema mexicano para las generaciones futuras.
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