• Revisarán 3300 pozos con solo 10 inspectores para frenar la crisis
• La extracción ilegal de agua en la región duplica la capacidad de recarga del acuífero.
• Conagua intenta controlar la crisis con apenas cinco inspectores.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha aumentado su equipo de supervisión en Torreón, pasando de tres a cinco inspectores para revisar los 3,300 pozos de agua registrados en la región.

Se espera incrementar el personal a 10 o 12 inspectores, con la meta de cubrir la totalidad de las norias en seis meses.

Un equipo insuficiente ante una crisis hídrica

De acuerdo con Gabriel Riestra Beltrán, director del Organismo Cuencas Centrales del Norte de Conagua, el personal actual es suficiente para supervisar 1,300 pozos en tres meses. Sin embargo, este número parece insuficiente si se considera la magnitud del problema:

• El 70% de los pozos son agrícolas, 16% urbanos y el resto industriales y pecuarios.
• 350 visitas de supervisión se realizaron el año pasado, una cifra baja frente al total de pozos registrados.
• La sobreexplotación del acuífero es alarmante: se extraen 1,088 millones de metros cúbicos (Mm³) anuales, el doble de su capacidad de recarga (534.1 Mm³).

Riestra Beltrán afirmó que se está fortaleciendo el área de inspección para garantizar que cada concesionario cuente con medidores en funcionamiento, lo que permitiría detectar extracciones ilegales.

Sentencia obliga a Conagua a revisar todos los pozos

Un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó a Conagua inspeccionar la totalidad de los pozos en La Laguna. El objetivo es garantizar que:

• Los medidores de agua y de la CFE estén en operación.
• No haya tuberías de extracción antes del medidor, lo que indicaría «huachicoleo» del agua.
• Los concesionarios respeten los volúmenes autorizados en sus títulos.

Extracción ilegal: más de 400 Mm³ sin control

Datos oficiales revelan que, aunque lo concesionado en el acuífero lagunero es de 647 Mm³ anuales, la extracción real es 441 Mm³ superior a ese límite, lo que indica que hay un importante volumen de agua que se extrae de manera ilegal.

El gran reto de Conagua es controlar esta crisis con un equipo de inspección insuficiente y en una región donde el saqueo del agua ha sido históricamente tolerado. Mientras tanto, el acuífero sigue en peligro y con él, el futuro del abasto de agua en La Laguna.