- Tan solo en el primer trimestre del 2024 se registraron 164 embarazos adolescentes en Coahuila.
- De los cuales 52 corresponden a municipios de la región Lagunera.
- En Torreón se han documentado 34 en jóvenes menores de 16 años.
Torreón. – El primer trimestre de 2024 ha registrado un alarmante número de embarazos adolescentes en Coahuila. De los 164 casos reportados, de los cuales 52 corresponden a municipios de la región Lagunera. Esta preocupante situación refleja un desafío persistente para las autoridades de salud y la sociedad en su conjunto.
En Torreón, se documentaron 34 embarazos adolescentes: 27 en jóvenes de 15 años, seis en adolescentes de 14 años y una menor de tan solo 13 años. Matamoros registró 11 embarazos en adolescentes: nueve de 15 años y dos de 14 años. Francisco I. Madero tuvo tres casos: dos de 15 años y uno de 14 años. En San Pedro de las Colonias se informaron cuatro embarazos. En estos se incluyen dos adolescentes de 15 años, una de 14 años y una de 13 años.
A nivel estatal, de los 164 embarazos adolescentes registrados, 114 ocurrieron en jóvenes de 15 años, 43 en adolescentes de 14 años y siete en niñas de 13 años. Estos datos fueron obtenidos a través de una solicitud de información a la Secretaría de Salud estatal.
Acciones a tomar
La Secretaría de Salud de Coahuila ha destacado que cuenta con un plan de trabajo estatal para la prevención del embarazo adolescente. Alegan que este se encuentra alineado con la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA). El objetivo principal de esta es reducir a cero los nacimientos en niñas de 10 a 14 años y disminuir en un 50% la tasa de fecundidad específica de las adolescentes de 15 a 19 años para el año 2030.
El embarazo en adolescentes tiene repercusiones negativas en la salud, la educación, los ingresos y las oportunidades futuras de los jóvenes afectados. Además, las relaciones sexuales sin protección aumentan el riesgo de infecciones de transmisión sexual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya que varios factores contribuyen a esta problemática. Entre estos se incluyen la presión social para casarse y tener hijos, las limitadas perspectivas educativas y laborales, el difícil acceso a métodos anticonceptivos y el abuso sexual infantil.
Es imperativo que las autoridades de salud, la sociedad civil y las comunidades trabajen conjuntamente para abordar esta problemática. Promoviendo la educación sexual, el acceso a métodos anticonceptivos y la protección de los derechos de los adolescentes. Solo a través de un esfuerzo coordinado se podrá reducir significativamente la incidencia de embarazos adolescentes en Coahuila. De esta forma se podrá garantizar un futuro más prometedor para las jóvenes generaciones.
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