• Pan de muerto incrementa ventas de panaderías laguneras.
• Estiman que se producirán más de 100 mil piezas durante esta temporada.
• También, el clima templado ha contribuido al aumento del consumo de pan.

La llegada del Día de Muertos ha propiciado un notable aumento en las ventas de pan en la región lagunera. Según Pedro Ávila, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), se estima que se producirán más de 100 mil piezas de pan de muerto durante esta temporada festiva, evidenciando el resurgimiento de esta tradición.

Las panaderías afiliadas a la Canainpa han estado preparándose desde inicios de octubre para satisfacer la creciente demanda de este emblemático pan. Ávila comentó que «las ventas se han ido incrementando conforme se llega la festividad, de ahí que se tiene un pronóstico de producción de más de 100 mil piezas de pan de muertos».

El clima templado ha contribuido al aumento del consumo de pan; sin embargo, el arraigo de la tradición del Día de Muertos entre la población ha sido fundamental. La difusión de estas costumbres, promovida por la Secretaría de Educación a través de la elaboración de altares en las escuelas, ha permitido que las nuevas generaciones adopten y valoren esta costumbre, lo que se traduce en un mayor consumo de pan de muerto.

¿Choque cultural?

Respecto a la competencia con cadenas de autoservicio y supermercados, Ávila manifestó su confianza en la calidad del producto elaborado por las panaderías tradicionales. Estas ofrecen recetas auténticas, elaboradas sin harinas preparadas ni conservadores, y que requieren un proceso de elaboración de seis a siete horas, que incluye amasado, fermentación, formado y horneado. Este meticuloso proceso es lo que le otorga un sabor distintivo al pan.

Los consumidores pueden encontrar una variedad de opciones, que incluyen pan relleno de queso crema, Nutella, chocolate Hershey’s, además del tradicional. Los precios varían, con piezas individuales desde 12 pesos y tamaños familiares que alcanzan hasta 70 pesos, lo que lo convierte en una opción accesible para las familias que buscan celebrar esta festividad de manera especial.

La revalorización del pan de muerto no solo refleja el sentido de comunidad y tradición, sino que también representa una oportunidad significativa para las panaderías locales de fortalecer su presencia en el mercado.