- Niños ayudan a abuelito que vive entre la basura en Torreón.
- Se ubica en la casa número 542 de la calle K, en la colonia Eduardo Guerra.
- Ha vivido en estas circunstancias durante aproximadamente 38 años.
En la casa número 542 de la calle K, en la colonia Eduardo Guerra, reside don Arturo, un hombre de 89 años que se encuentra solo y en condiciones vulnerables. Aunque su entorno sugiere abandono, muchos vecinos, incluidos un grupo de niños solidarios, lo respaldan y le brindan atención y alimentos.
Don Arturo ha vivido en estas circunstancias durante aproximadamente 38 años. Antes, se dedicaba a la recolección y venta de materiales, pero su edad y condiciones físicas lo han llevado a acumular desechos en su hogar. Sus vecinos, lejos de quejarse, han mostrado empatía y compasión hacia su situación. Se sabe que tuvo dos hijos; uno falleció y el otro desapareció hace mucho tiempo, lo que lo dejó en una soledad profunda.
Emergencia
Recientemente, don Arturo fue trasladado a la Cruz Roja tras ser encontrado inconsciente entre la basura. Al regresar a su hogar, manifestó que ya no puede sostenerse de sus ventas anteriores. «Su comportamiento era normal, pero ha comenzado a gritar de manera errática», comentó Rosa María, una de sus vecinas. Sin embargo, ella y otros vecinos sospechan que podría tener problemas de salud mental, especialmente por su aparente falta de recuerdos sobre su familia.
Además de las preocupaciones por su salud mental, la situación en su hogar representa un riesgo para la salud pública. La vecina Paty, quien vive al lado, ha reportado olores desagradables y la proliferación de plagas como cucarachas y ratones. «Es un gran problema porque los animales se vienen a nuestras casas», explicó.

A pesar de vivir en condiciones precarias, don Arturo cuenta con el cariño de los niños del vecindario. Estos pequeños, como Luis, Víctor, Jonathan y Santiago, se han convertido en sus cuidadores. Ellos le llevan alimentos y se preocupan por su bienestar, formando un vínculo afectivo que demuestra la solidaridad comunitaria. «Yo a veces le traigo burritos o agua», compartió Luis, quien se involucra en su cuidado casi a diario.
Alzan la voz
Los vecinos hacen un llamado urgente a las autoridades y a la comunidad para que apoyen a don Arturo con donativos de alimentos, ropa y cobijas, así como para que se realicen acciones que mejoren su situación. Solicitan que se envíe personal municipal para limpiar su hogar y asegurar su bienestar, así como para proporcionarle asistencia social que le permita vivir sus últimos años en mejores condiciones.
«Es triste ver cómo vive. Ojalá alguien pueda ayudarlo y llevarlo a un lugar donde esté mejor y en un entorno saludable», concluyó Rosa María, expresando el sentimiento colectivo de la comunidad.
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