- Madres migrantes: valientes leonas en busca de un futuro mejor.
- El Centro de Día, que recientemente celebró 14 años de operación.
- La migración no solo involucra a personas nacidas en otros países.
A pesar de la disminución del flujo migratorio en la región, aún es común encontrar familias que atraviesan estas tierras, muchas de ellas acompañadas por niños menores. La migración no solo involucra a personas nacidas en otros países; el fenómeno también incluye a muchos mexicanos.
Ante esta realidad, María Concepción Martínez Rodríguez, coordinadora del Centro de Día para Migrantes Jesús Torres, expresa su admiración hacia las madres migrantes que arriesgan su vida y patrimonio en busca de un futuro mejor para sus hijos.
“Las madres migrantes merecen nuestra admiración, ya que enfrentan situaciones extremas y peligrosas. Arriesgar la vida de sus hijos en estas circunstancias es prueba de que la situación en su país es desesperante”, señala Martínez, quien realiza un trabajo voluntario en el centro.
Martínez enfatiza la necesidad de no juzgar a los migrantes. “La decisión de dejar su hogar está forzada por circunstancias extremas. Pedimos empatía y comprensión hacia ellos”, subraya.
Como exmaestra y actual voluntaria, destaca las adversidades que enfrentan las madres durante el viaje. “Las mujeres migrantes son verdaderas leonas, luchando con valentía por el bienestar de sus hijos”, expresa con fervor.
El Centro de Día, que recientemente celebró 14 años de operación, ha notado un cambio significativo en el perfil de los migrantes. “Cuando llegué aquí hace cuatro años, un 95% de la población eran varones; ahora, con la llegada de haitianos y venezolanos, estamos viendo un aumento en la migración familiar”, explica Martínez. Actualmente, el centro recibe migrantes de 22 países, con familias que viajan juntas, incluyendo abuelos y tíos.
Además, la coordinadora alerta sobre los peligros que enfrentan en su travesía por México, como el tráfico de personas. “Los migrantes se ven obligados a subir a trenes en condiciones peligrosas, pues no tienen acceso a boletos de autobús”, aclara. La inseguridad en sus países de origen y la falta de opciones son factores que los impulsan a arriesgarse.
Martínez también expresa su preocupación por los menores que viajan sin la compañía de sus padres o en condiciones extremas. En el Centro de Día, se esfuerzan por proporcionar un ambiente seguro donde los niños puedan disfrutar de su infancia. “Creemos que, a pesar de las circunstancias, deben tener un espacio donde seguir creciendo”, indica.
La coordinadora subraya la importancia de ofrecer apoyo emocional y material a los migrantes, en especial a los más jóvenes. “El éxito para nosotros es que los migrantes salgan diferentes a como llegaron, y que vean a México no solo como un lugar de opresión, sino como un espacio de justicia”, concluye.
El Centro de Día para Migrantes Jesús Torres se ubica en la calle Yucatán número 171 de la colonia La Merced en Torreón. Recibe donativos de alimentos, ropa, calzado y productos de limpieza. Estos aportes son vitales, ya que el centro no recibe financiamiento de instituciones públicas.
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