- Hospital Nuevo y General de Torreón trabajan con aguas negras.
- Se reportó desde hace varios días y se ha intensificado tras las recientes lluvias.
- Representa un riesgo significativo para la salud de las personas que diariamente acuden a ambos hospitales.
Un grave problema de salud pública se ha suscitado en el estacionamiento del Hospital General de Torreón, donde se ha formado un considerable estancamiento de aguas negras. Esta situación, que se presenta justo detrás del nuevo Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAE) del ISSSTE, en el ejido El Águila, se reportó desde hace varios días y se ha intensificado tras las recientes lluvias.
El agua estancada, que emana un fuerte olor desagradable, representa un riesgo significativo para la salud de las personas que diariamente acuden a ambos hospitales. Este líquido contaminado puede contener bacterias, virus y parásitos, lo que eleva las posibilidades de infecciones y enfermedades entre los pacientes y el personal médico. Además, la presencia de agua estancada ha provocado la proliferación de fauna nociva como mosquitos y ha contribuido al aumento de basura y maleza en la zona, afectando la estética del lugar y la disponibilidad del estacionamiento para los usuarios de la clínica.
¿Y los encargados?
César Alejandro del Bosque Garza, jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 6, informó que se implementaron medidas preventivas, como la colocación de abate y pastillones de hipoclorito, un desinfectante efectivo contra diversos microorganismos. Sin embargo, al preguntarle sobre cuándo se llevarían a cabo las labores de desagüe, su respuesta fue: «es de bomberos».
¿Mala planeación?
Cabe destacar que el Hospital General, que se encuentra ubicado a espaldas del Manto de la Virgen y depende de la Secretaría de Salud del Estado, fue construido al mismo nivel o incluso por debajo del sistema de drenaje municipal. Esto significa que, durante las lluvias, el drenaje del hospital enfrenta una presión considerable. Un trabajador de la clínica, que prefirió permanecer en el anonimato, explicó: «El arreglo hecho por Infraestructura del estado de Coahuila y la empresa constructora del Hospital General consistía en dirigir toda el área hacia un cárcamo en una esquina. Si este se satura, la presión recae en los drenajes del hospital. Lo más probable es que las motobombas que deberían funcionar no lo estén, y el colector municipal se está saturando».
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