• Escasez de agua eleva precio del melón y la sandía en La Laguna.
• Productores celebran los buenos ingresos, aunque advierten que la baja producción podría mantenerse.
• La escasez de agua impactó la siembra.

La Laguna.- Los precios del melón y la sandía en la Comarca Lagunera se mantienen estables y superiores a los registrados en años anteriores, gracias a la ley de la oferta y la demanda. La causa: una producción significativamente menor debido a la escasez de agua.

Estas frutas, altamente demandadas durante la temporada de calor, son de las favoritas entre los laguneros. En municipios como Matamoros, Coahuila, se cultivan variedades reconocidas por su calidad. Sin embargo, la reducción en la dotación de agua para el ciclo agrícola primavera-verano 2025 ha provocado que muchos productores no pudieran sembrar.

“Los precios están muy bien, van de los 9 hasta los 12 pesos por kilo porque hay muy poco producto. Muchos no sembramos por falta de agua, y al haber menos oferta, la demanda mejora el precio”, explicó el productor Jesús Jasso.

Los agricultores detallan que los precios seguirán altos mientras continúe la limitada disponibilidad de agua rodada desde las presas. Solamente aquellos con acceso a norias lograron sembrar, lo que redujo aún más la producción.

Aunque hay menor cantidad de fruta en el mercado, esto ha significado un respiro económico para los productores, quienes en años anteriores enfrentaron pérdidas cuando los precios no alcanzaban a cubrir los costos de producción.

Joel García, vendedor de sandía y melón, destacó que las ventas han mejorado notablemente, especialmente durante los fines de semana.

“La sandía se vende a 4.5 o 5 pesos en la labor, a nosotros nos la dejan en 5.50 y la vendemos según el tamaño, entre 15 y 30 pesos”, comentó.

El melón, por su parte, ha repuntado en precio, alcanzando hasta los 10 pesos por kilo, y se espera que incluso suba más conforme avance la temporada.

Mientras tanto, tanto agricultores como comerciantes confían en que los precios continúen estables, aunque reconocen que la situación en el campo seguirá siendo difícil si no se resuelve la crisis del agua.