- De la matanza al comercio chino en Torreón.
- La xenofobia y el comienzo de la revolución armada en México, contribuyeron al sangriento capítulo.
- Los principales productos importados desde China en 2021 fueron aparatos eléctricos de telefonía.
Wong Foon-chuck llegó a Torreón junto con el ferrocarril en 1887, entre lo más destacado que realizó fue la apertura de varios restaurantes y hoteles a lo largo de la ruta ferroviaria del Mexicano Internacional. “Junto con otros inmigrantes chinos comenzó a establecer pequeños huertos, un muy lucrativo negocio tomando en cuenta la casi total dependencia de la región sobre los alimentos importados”, escribió William K. Meyers en su libro Forja del Progreso, crisol de la revuelta: los orígenes de la Revolución Mexicana en la Comarca Lagunera.
Cinco años después, en 1892, Foon-chuck se naturalizó mexicano. Se convirtió en agente “para importar chinos que trabajaran en los ferrocarriles y las minas del norte de México y el suroeste de los Estados Unidos. Torreón servía como el punto de reunión para estos obreros chinos, la mayoría de los cuales llegaba de Salina Cruz desde donde se dirigía al norte. Muchos se detenían en Torreón”.
Desde aquel momento la comunidad china contribuyó con el crecimiento económico de la región, porque fundó tiendas, restaurantes, lavanderías y un banco; fueron dueños de las vías del tranvía que comunicaba a Torreón con Matamoros y demás negocios que pronto despertaron cuestionamientos:
“Los mexicanos sentían grandes prejuicios contra ellos por dos razones. Les parecía difícil competir contra la hermética comunidad comercial china. En tanto que los mexicanos atribuían esto a que la mano de obra china era muy barata” registró Meyers en su investigación.
Este distanciamiento de los mexicanos hacia los chinos, no solo por el lenguaje incomprensible, se convirtió en resentimiento porque los trabajadores y comerciantes mexicanos compraban la mayor parte de sus mercancías de los comerciantes chinos quienes eran además eficaces negociadores.
XENOFOBIA Y REVOLUCIÓN ARMADA
El ingrediente de la xenofobia que recorría el mundo y el comienzo de la revolución armada en México, contribuyeron al sangriento capítulo de la matanza del 15 de mayo de 1911 cuando 303 chinos fueron asesinados por huestes maderistas, un momento que conforme pasa el tiempo, se le van agregando detalles a través de diversas investigaciones presentadas como libros.
La exigencia entonces y durante décadas del gobierno chino para recibir una indemnización por parte del gobierno mexicano por la matanza y las pérdidas materiales, no ocurrió, esa deuda se fue acumulando hasta que, en 2007, en un acto de desagravio, el ayuntamiento de Torreón realizó una ceremonia en la cual entregó una escultura de bronce de 300 kilos que fue colocada en la esquina de la avenida Juárez y calle Juan Pablos dentro del bosque Venustiano Carranza; cinco años después la intentaron robar atando una soga al cuello de “El Hortelano” como le bautizaron a la escultura.
La efigie se retiró del paseo público, la resguardó Manuel Alfredo Lee Soriano durante nueve años hasta que, en el 2021, en otro acto de desagravio ahora desde el gobierno federal, se reinstaló a las afueras del Museo Regional de La Laguna, dentro del bosque, donde fueran hortalizas chinas en el siglo IXX.
Actualmente, se abre un nuevo capítulo de señalamientos por motivos de la desigualdad en las reglas del comercio, como ocurrió hace 140 años.
El comercio desde Asia
No solo desde aquel entonces el comercio entre México y China fue álgido, en la primera década del siglo XXI se registró un incremento considerable en el comercio total entre ambas naciones, “como resultado, China se ha convertido en el socio comercial de México con un mayor superávit comercial”, analizó el investigador Jorge Eduardo Mendoza Cota del Colegio de la Frontera Norte.
“Para la economía mexicana, existen dos resultados importantes derivados de la irrupción de las exportaciones de China en los mercados de los Estados Unidos de América y de México. Por un lado, se observa una drástica reducción de las manufacturas en el mercado de los Estados Unidos de América, y, por otro lado, se aprecia un creciente déficit comercial de México en relación con la economía China, la cual ha ocupado un lugar importante en el suministro de bienes finales e intermedios para la economía mexicana.
Como consecuencia, China ha pasado a ser el socio comercial de México con el mayor superávit comercial, y este proceso se ha venido profundizando desde el año 2005. Considerando que México ha venido experimentado recurrentes déficits de su balanza comercial”, reportó Mendoza Cota.
CHINA NOS VENDE Y NO NOS COMPRA
De ahí que el actual presidente en Torreón de la Cámara Nacional de Comercio y Turismo, Mariano Serna, declare que se necesita “más gobierno” para poder competir con los productos procedentes de Asia que están libres de aranceles.
En esa postura coincide el actual secretario de Hacienda federal quien revela que China “nos vende y no nos compra”.
El valor de las importaciones de México desde China es de 119 mil millones de dólares al año, en tanto que las exportaciones alcanzan los 11 mil millones.
“México depende de China en un 19.6 por ciento de toda su importación. Esta es una situación que ha conducido a un sentimiento de proteger más a nuestras industrias y este sentimiento ha crecido tanto en Estados Unidos como en México”, reconoció el funcionario federal.
PRINCIPALES PRODUCTOS IMPORTADOS DESDE CHINA
De acuerdo a la Secretaría de Economía los principales productos importados desde China en 2021 fueron aparatos eléctricos de telefonía o telegrafía, dispositivos de cristal líquido, partes y accesorios para máquinas y aparatos de oficina, máquinas para el procesamiento de datos y circuitos electrónicos; en esta lista no aparecen el sinnúmero de artículos de toda índole como juguetes, bisutería, ropa y calzado que se comercian en los mercados y tianguis locales.
A manera de compensación, el Centro de Estudios México-China (Cechimex) revela que cuatro de cada diez empleos generados por inversión China en América Latina, se concentran en México, que equivalen a 112 mil 657 puestos de trabajo.
La presencia no solo es de carácter económico, sino que también poco a poco ha incrementado el número de chinos que tramitan la residencia temporal en México.
De acuerdo al CENSO de Población de 2020 del INEGI, en Coahuila se tuvo un registro de 28 mil 295 personas nacidas en otros países; Torreón se colocaba como el tercer municipio donde se concentró esta población nacida en otro país, con un censo de 3 mil 295 personas, el resto se distribuye en los demás municipios; sin embargo, de aquellas, no resaltaba la presencia de asiáticos, sino que la mayoría de los migrantes procedieron de Honduras, Venezuela, El Salvador, Cuba, Brasil y Colombia, en ese orden descendente.
PIDEN RESIDENCIA TEMPORAL EN MÉXICO
Aunque para el 2023 fueron más los chinos que pidieron residencia temporal en México, por arriba de los cubanos, de tal manera que China se colocó como el tercer país de origen más común entre migrantes, de acuerdo a información del gobierno federal: en 2023 fueron 5 mil 018 chinos los que solicitaron la residencia temporal, señala el gobierno.
“Estamos viviendo un cambio importante en el país y la migración está dando pie a otro fenómeno, somos un país de acogida, y las personas que están entrando desconocen las leyes y tenemos un problema por la desigualdad, porque los mexicanos cumplimos con todas las leyes y una persona que ejerce la informalidad, nos deja fuera de mercado”, señala Mariano Serna, quien enfatiza en la necesidad de entrar en la formalidad en el comercio, independientemente del origen étnico, y actualizar las normas de comercio para competir en igualdad de circunstancias.
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