- Comarca Lagunera: tierra árida, agua escasa y acción urgente.
- Este es uno de los impactos más claros del cambio climático visibles a una escala local.
- La reducción de la superficie agrícola conlleva el efecto de desertificación.
La superficie sembrada y cosechada en la Comarca Lagunera se ha reducido en más del 60 por ciento en los recientes cincuenta años, de la misma forma el número de cultivos va a la baja, pues en los años setentas se cultivaban alrededor de 18 productos y en la actualidad el número no rebasa una decena.
La tierra que se ha dejado de sembrar se convierte en eriazo, en una extensa superficie yerma, de tierra agrietada, agotada por la explotación agrícola constante y el uso de agroquímicos cuya molécula permanece estable dañando su fertilidad.
Este es uno de los impactos más claros del cambio climático visibles a una escala local, ya que desde 1978 cuando se tuvo un registro de 167 mil 259 hectáreas cosechadas en la Comarca Lagunera, esta superficie no se ha vuelto a sembrar, de acuerdo a las estadísticas oficiales y a los estudios de la Sociedad Mexicana de Administración Agropecuaria.
REDUCCIÓN DEL 11% DEL VOLUMEN DE AGUA
Por otra parte, de acuerdo al boletín informativo de producción agropecuaria y el clima de la Región Lagunera emitido por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural a través de la Representación de Agricultura Región Lagunera, encabezada por el ingeniero Saúl Vargas Martínez, en este año se redujo en un 11 por ciento el volumen de agua para el ciclo de riego agrícola 2023, de tal forma que se definió el volumen de 800 millones de metros cúbicos de agua aproximadamente para el Ciclo de Riego Agrícola 2024, agua que solo podrá regar 50 mil hectáreas.
“Se proyecta que el cultivo con mayor reducción por este efecto sea el algodonero. Esta situación traerá como consecuencia una eventual baja en la producción agrícola de la región, con las repercusiones a nivel económico y social que eso representa”, señala el estudio.
ESCASEZ DE LLUVIAS
Como efecto de la escasez de lluvias el volumen de almacenamiento en las presas también va a la baja, de tal forma que actualmente se tiene un reporte de almacenamiento del 52 por ciento en la presa Lázaro Cárdenas y del 33.5 por ciento en la Francisco Zarco. Entre ambas contienen un volumen de 1 mil 551 millones de metros cúbicos de agua, poco más de la mitad de lo almacenado en 2022 y apenas una tercera parte del volumen de agua con el que se contaba en el 2016.
La reducción de la superficie agrícola conlleva el efecto de desertificación, puesto que las decenas de hectáreas que ya no se siembran han quedado como eriazos, ya que la vegetación nativa no tiene la posibilidad de renovarse.
Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía
Cada 17 de junio la Organización de las Naciones Unidas busca sensibilizar sobre el proceso de deterioro de los suelos enfatizando que uno de los retos medioambientales más apremiante es contener la degradación de la tierra porque “cada segundo se degrada el equivalente a cuatro campos de fútbol de tierra saludable, lo que suma un total de 100 millones de hectáreas al año”, señala la propia Organización de las Naciones Unidas en su portal dedicado a este día.
Este deterioro ocurre por el desconocimiento que hay respecto al cuidado hacia la tierra. Así lo expresa Miguel Agustín Velásquez Valle, ingeniero agrónomo en retiro quien colaboró con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias:
“Actualmente, la falta de conocimiento desde un punto de vista ecológico, el uso de áreas naturales para acampar, la presión por el uso y extracción de los elementos naturales como la madera, los minerales, la flora y fauna silvestre, la deforestación, etcétera, han puesto al suelo en una situación de degradación progresiva y continua.
Nuestros ancestros valoraban y respetaban la tierra al igual que el agua, el fuego, el cielo, el viento; cuidaban a la madre naturaleza”, ahora no ocurre así, de tal forma que el deterioro del suelo se refleja en la producción de alimentos.
IGNORANCIA
“Un claro ejemplo de la ignorancia de un sector de la población es que existan clubes de recreación que utilizan vehículos todo terreno en las áreas naturales con el fin de divertirse (de ensuciarse con polvo y lodo), destruyendo la vegetación, la fauna y la delgada capa de suelo que existe y que ha tardado mucho tiempo en formarse.
Otro ejemplo claro de nuestra indolencia por el deterioro de los recursos es la autorización oficial para el cambio del uso del suelo.
Es muy común ver en las áreas rurales la destrucción de la vegetación nativa para incorporar extensas superficies de tierra para la sustracción de minerales, la construcción de áreas residenciales, la producción agrícola sin que alguien se haga responsable”, señala el investigador especialista en suelos.
Algunas alternativas
En la Reserva de la Biosfera de Mapimí los campesinos comenzaron a levantar pequeños bordos de tierra en semicírculo para contener la erosión; con las lluvias, aunque escasas, se arrastran las semillas de pastos nativos y se contiene un poco la humedad, suficiente para que broten estos pastos y puedan rehabilitar el suelo degradado por el sobrepastoreo y la sequía constante.
Este pasto también es el alimento de especies como la tortuga llanera, única en el mundo, y de otros roedores que son alimento del águila real, emblema nacional.
Sin embargo estas estrategias ocurren en el área protegida, no así en las superficies antes dedicadas a la agricultura y en la actualidad abandonadas, acrecentando el porcentaje de superficie desertificada en la Comarca Lagunera.
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