- ´Cheque en blanco´ para el nepotismo en Matamoros.
- El alcalde Miguel Ángel Ramírez López, logró la reelección en junio de 2024.
- Hay hijos, hermanos, primos y familiares de ex funcionarios en la nómina.
En Matamoros, Coahuila, el inicio del segundo mandato de Miguel Ángel Ramírez López como presidente municipal ha estado marcado por fuertes señalamientos de nepotismo y favoritismo. La estructura gubernamental y organismos descentralizados como el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) reflejan una significativa presencia de familiares y allegados de exalcaldes y otros funcionarios.
Ramírez López, conocido como «El Charro», presentó públicamente a su gabinete en redes sociales, destacando a sus hijos en roles clave: uno como presidente honorario y otro al frente del Voluntariado del DIF Matamoros. Además, su hermana Mariana Ramírez López, junto con otras dos parientes, figura en la nómina municipal.
La influencia de apellidos como Ayup, Onofre y Ramírez en la política local no es nueva. Desde los años 60, estas familias han ocupado la Presidencia Municipal y diversos cargos de poder. Actualmente, miembros de estas redes familiares se encuentran en puestos clave, desde la Gerencia de Uso Doméstico del SIMAS hasta la Dirección de Turismo Municipal y la Coordinación de Servicios Básicos.
Hacen como que no los escuchan
Un análisis reciente de la nómina municipal revela sueldos elevados en diversos cargos ocupados por familiares, algunos de los cuales perciben ingresos superiores a los 40 mil pesos mensuales. Este fenómeno ha suscitado críticas de activistas y organizaciones civiles, quienes demandan mayor transparencia en las designaciones y una revisión de los procesos de contratación.
El problema trasciende la inclusión de familiares en la nómina, extendiéndose a la asignación de obras públicas y el manejo de recursos millonarios. La ausencia de contrapesos efectivos y la falta de controles robustos agravan esta problemática, evidenciando la necesidad de reformas estructurales en el municipio.
Mientras tanto, la ciudadanía permanece expectante, exigiendo rendición de cuentas y un cambio en las prácticas que perpetúan estas redes de poder.
(Información de El Coahuilense)







0 comentarios