• Impuestos sobre rendimientos ahorrados: SAT impacta a contribuyentes.
• En el año fiscal 2022, con una tasa de interés nominal del 10% y una inflación anual del 7.82%, el diferencial.
• Además, con las altas tasas de interés ofrecidas a los ahorradores en el 2023 y una inflación controlada.

En medio de la temporada de declaraciones fiscales del 2023, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) está generando preocupación entre los ahorradores, quienes enfrentan un aumento significativo en los impuestos sobre los rendimientos obtenidos en comparación con el año anterior.

Dependiendo de diversos factores como la tasa de interés nominal pactada, el monto invertido y la ausencia de deducciones, los contribuyentes están experimentando variaciones considerables en sus obligaciones fiscales.

Según Gustavo Leal Cueva, presidente de la firma consultora Fiscalía y socio del Despacho Leal Benavides y Asociados, esta situación se debe a un cambio en la forma en que el SAT calcula el Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre los rendimientos de inversión.

Leal Cueva explica que el SAT ahora calcula el ISR sobre la tasa de interés real, la cual representa la diferencia entre la tasa nominal percibida y la inflación registrada durante el año fiscal correspondiente.

Este cambio ha llevado a situaciones donde, a pesar de una tasa de interés nominal más alta, los contribuyentes terminan pagando impuestos significativamente mayores debido a una inflación más baja.

Impuestos sobre rendimientos ahorrados

Por ejemplo, en el año fiscal 2022, con una tasa de interés nominal del 10% y una inflación anual del 7.82%, el diferencial o tasa de interés real fue del 2.18%.

Sin embargo, en el 2023, con una tasa nominal del 12% y una inflación del 4.66%, este diferencial se amplió a 7.34%. Como resultado, los intereses gravables aumentaron considerablemente, incluso con el mismo monto de capital invertido.

Otro factor que influye en este aumento de impuestos es la tasa de retención aplicada por el SAT. En el año anterior, esta tasa fue mínima, lo que significa que hay poco que restar del ISR gravable.

Además, con las altas tasas de interés ofrecidas a los ahorradores en el 2023 y una inflación controlada, muchos experimentaron ganancias reales en sus intereses, exacerbando la carga fiscal.

Este impacto fiscal es más pronunciado en inversiones de mayor cuantía. Por ejemplo, para un contribuyente con una inversión de 2 millones 500 mil pesos, la carga fiscal pasó de 1,141 pesos en el 2022 a 15,510 pesos en el 2023.

De manera similar, aquellos con inversiones más grandes, como 30 millones de pesos, están viendo un aumento sustancial en sus obligaciones fiscales, pasando de 114,833 pesos a 584,647 pesos.

Además de los cambios en la forma de calcular el ISR, el SAT también ha realizado ajustes en las tasas y cuotas fijas para los niveles de ingresos financieros, lo que contribuye aún más a la carga fiscal sobre los rendimientos reales del 2023.

En resumen, los ahorradores enfrentan una nueva realidad fiscal que exige una mayor atención a los detalles de sus inversiones y una planificación cuidadosa para mitigar el impacto de los impuestos sobre los rendimientos.