- El oscuro lado de las tarjetas departamentales en México.
- Las quejas frecuentes incluyen fraudes, cobros no reconocidos y discrepancias en los estados de cuenta.
- Este panorama subraya la urgencia de políticas públicas.
En México, las opciones de crédito varían entre instituciones financieras, SOFOM, SOFIPO, tiendas departamentales y plataformas digitales como Didi y Rappi. Sin embargo, las tarjetas departamentales, populares por su accesibilidad inicial al crédito, esconden riesgos significativos para los consumidores.
Según el informe más reciente de Tec-Check, estas tarjetas enfrentan críticas severas por sus altas tasas de interés y costos anuales totales, que superan a menudo a las tarjetas bancarias reguladas.
La falta de regulación bajo la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros implica una menor claridad en comisiones y contratos, exacerbando los problemas.
Profeco, responsable de regular estas tarjetas, excluye a los consumidores de la protección de la Ley de Condusef, destinada a entidades financieras tradicionales y Fintech.
Las quejas frecuentes incluyen fraudes, cobros no reconocidos y discrepancias en los estados de cuenta, especialmente notables en tiendas como Liverpool y Coppel, con un historial significativo de denuncias por prácticas dudosas.
Aunque estas tarjetas son comúnmente utilizadas para establecer historial crediticio cuando los bancos tradicionales niegan crédito, los consumidores enfrentan un riesgo considerable.
Tec-Check recomienda una regulación más estricta, proponiendo normas claras para los contratos y condiciones de todas las tarjetas departamentales, asegurando así una mayor protección y transparencia para los usuarios.
Este panorama subraya la urgencia de políticas públicas adaptadas que garanticen la seguridad financiera de los consumidores en un entorno cada vez más digitalizado y diversificado en opciones de crédito en México.
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