- Cosmética infantil: consumismo en nuevas generaciones
- Tiene profundas implicaciones sociales y psicológicas.
- Este entorno ha acelerado su madurez en varios aspectos.
En un cambio de paradigma en el comportamiento de los consumidores más jóvenes, la mayor cadena de parafarmacias en Suecia, Apotek Hjärtat, ha dado un paso sin precedentes al prohibir la venta de productos antienvejecimiento a menores de 15 años. Esta medida busca mitigar las tendencias de consumo precoz y no saludables entre los adolescentes, una decisión que refleja una preocupación creciente sobre el impacto de la cosmetización temprana en la salud mental y física de los jóvenes.
La evolución del consumo de belleza en menores no es un fenómeno aislado, sino un reflejo de cómo las nuevas generaciones, especialmente la generación alfa, están recalibrando sus intereses y prioridades. En España, por ejemplo, los menores de 14 años, que constituyen una población de aproximadamente 5,5 millones, están mostrando un creciente interés por el universo de la belleza, influenciados en gran parte por el entorno digital omnipresente en sus vidas y el modelaje de comportamiento de los adultos cercanos.
Este fenómeno global no solo se limita a un cambio en los patrones de consumo, sino que también tiene profundas implicaciones sociales y psicológicas. Naomi Wolf, en su libro «El mito de la belleza», explica cómo la percepción de la belleza como un valor supremo es un concepto relativamente moderno, intensificado hoy en día por la presión constante de las redes sociales y su arsenal de filtros y estereotipos.
El impacto de estas influencias es evidente en cómo las marcas de cosméticos están respondiendo y adaptando sus estrategias de marketing para captar a este joven y lucrativo segmento. Compañías reconocidas, como Dr. Barbara Sturm y Pai, han lanzado líneas de productos diseñadas específicamente para niños, promoviendo una gamificación de la belleza que busca entretener al mismo tiempo que fomenta un consumo temprano.
La experta de McKinsey, María Miralles, subraya que la generación alfa es posiblemente la más adaptativa y emprendedora hasta la fecha, habiendo crecido en un mundo de cambios rápidos y constante exposición digital. Este entorno ha acelerado su madurez en varios aspectos, desde lo físico hasta lo psicológico y comercial, pero también ha prolongado su adolescencia, retrasando las etapas tradicionales de la vida adulta.
SEPHORA KIDS
El surgimiento de estos jóvenes consumidores, conocidos en las redes como ‘Sephora kids‘, es sintomático de una sociedad cada vez más obsesionada por la apariencia. Elise Hu en su libro «Flawless» reflexiona sobre cómo la cultura moderna oscila entre el autocuidado y el consumismo, desafiando constantemente las nociones de autoaceptación y belleza natural.
Este enfoque de la cosmetología en niños y adolescentes no es solo una cuestión de tendencias de mercado, sino una preocupación profunda sobre cómo las fuerzas culturales y comerciales están modelando las percepciones y experiencias de las futuras generaciones. Con medidas como las implementadas en Suecia, surge un debate necesario sobre la responsabilidad de las marcas y la sociedad en general para proteger y preservar la inocencia y el bienestar de los jóvenes en un mundo cada vez más comercializado.
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