- ‘Amnesia digital’: tecnología está transformando nuestra memoria.
- El uso extensivo del móvil y otras tecnologías está entrenando a nuestro cerebro para depender menos de la memoria.
- El olfato, un sentido no afectado por la tecnología, sigue siendo una poderosa herramienta para recordar experiencias.
En un curioso episodio, Nicolás, mi padre, olvidó su celular en casa antes de una cita con el dentista. Aunque el incidente pareció trivial, reveló un fenómeno inquietante: la pérdida de la memoria para datos que antes eran cotidianos. A pesar de que Nicolás tiene 60 años y vivió gran parte de su vida sin un teléfono inteligente, no pudo recordar el número de su propio teléfono fijo, a pesar de haberlo usado durante décadas.
Esta experiencia pone de manifiesto un problema más amplio: la dependencia de la tecnología está afectando nuestra capacidad de recordar información básica.
¿Por qué olvidamos lo que solíamos recordar?
La neuropsicóloga Rocío Sánchez-Carrión del Institut Guttmann en Badalona explica que el uso extensivo del móvil y otras tecnologías está entrenando a nuestro cerebro para depender menos de la memoria. Según un estudio de Kaspersky Lab en 2015, una gran parte de la población española ya no recuerda de memoria números telefónicos cruciales, como los de sus hijos o el del trabajo. Hoy, la dependencia digital se extiende más allá de recordar números, afectando actividades cotidianas como buscar direcciones o recetas.
¿Qué implica esta dependencia tecnológica para nuestras habilidades cognitivas?
Martín Piqueras, profesor en OBS Business School, señala que la tecnología, en lugar de ayudarnos a tomar decisiones, a veces las toma por nosotros. Mientras las herramientas digitales nos facilitan la vida, también pueden disminuir nuestra capacidad para tomar decisiones autónomas. El neurocientífico Don Arnold y la revista Scientific American han publicado investigaciones que sugieren que la dependencia tecnológica puede debilitar las conexiones neuronales de los recuerdos antiguos, mientras que la participación activa en actividades cognitivas ayuda a fortalecerlas.
¿Cómo afecta esto a las nuevas generaciones?
Los jóvenes que han crecido con tecnologías omnipresentes no solo se enfrentan a desafíos para desarrollar habilidades críticas y analíticas, sino también a dificultades para concentrarse en tareas prolongadas. La neuropsicóloga Sánchez-Carrión advierte que esta falta de atención puede limitar la capacidad de los estudiantes para manejar información compleja en el futuro laboral.
¿Existe alguna esperanza?
A pesar de estos desafíos, hay luz al final del túnel. El olfato, un sentido no afectado por la tecnología, sigue siendo una poderosa herramienta para recordar experiencias y momentos del pasado. Como la evocadora magdalena de Proust, ciertos olores pueden desencadenar recuerdos nítidos y vívidos que la tecnología aún no puede imitar.
En resumen, aunque la tecnología ofrece comodidad y eficiencia, también está reconfigurando nuestras habilidades cognitivas. Consciente de estos efectos, es crucial encontrar un equilibrio entre aprovechar la tecnología y mantener activas nuestras capacidades mentales.







0 comentarios