- Kim Kardashian lanza una perturbadora versión de ‘Santa Baby’.
- Entre las escenas destacan referencias a los excesos y elementos religiosos.
- Santa Claus, interpretado por Macaulay Culkin.
Kim Kardashian vuelve a sorprender al mundo con un proyecto que mezcla música, polémica y una estética inquietante. Este lunes, la socialité y empresaria lanzó su versión de Santa Baby, acompañada de un video dirigido por la cineasta Nadia Lee Cohen, conocido por su estilo provocador.
El tema, producido por Travis Barker, baterista de Blink-182 y cuñado de Kardashian, presenta una interpretación atípica y suave en la voz de la estrella, marcando su regreso a la música de manera arriesgada.
Una Navidad entre excesos y simbolismos oscuros
El videoclip, disponible en todas las plataformas digitales, reimagina las festividades decembrinas desde una perspectiva grotesca y perturbadora. Ambientado en una fiesta navideña extravagante, el video muestra a Kardashian con una peluca rubia mientras deambula por los pasillos de una mansión, rodeada de personajes excéntricos y situaciones surrealistas.
Entre las escenas destacan referencias a los excesos y elementos religiosos, como un hombre vestido de Jesús, combinado con imágenes de porristas, drogadictos, modelos fetichistas, fisicoculturistas y hasta una pelea de gallos. Estos detalles, sumados a la dirección irreverente de Cohen, convierten al video en una experiencia visual provocativa.
El inesperado cameo de Macaulay Culkin
En el clímax del video, Kardashian se encuentra con un hombre disfrazado de Santa Claus, interpretado por Macaulay Culkin, el recordado protagonista de Mi Pobre Angelito. La revelación final muestra que Culkin había estado grabando a Kardashian durante toda la fiesta, cerrando el video con un toque de misterio.
Kim Kardashian: la villana de la música y el espectáculo
El lanzamiento de Santa Baby refuerza la capacidad de Kim Kardashian para reinventarse y mantenerse en el centro de atención, incluso en ámbitos poco explorados como la música. Su interpretación, acompañada de una estética cargada de simbolismos oscuros, reafirma su lugar como una figura que constantemente desafía los límites de la cultura pop.
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