• Joker 2: una secuela que no cumple con sus audaces promesas.
• La película se centra en el juicio de Arthur, que se transmitirá en vivo para millones de personas.
• El primer Joker fue oscuro, impredecible y profundamente perturbador, «Folie à Deux» se siente más moderado.

«Joker: Folie à Deux» de Todd Phillips intenta ofrecer una audaz secuela musical al controvertido Joker de 2019, pero finalmente se queda corta respecto a su ambición. Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), el antihéroe perturbado que cautivó al público con su caótica ascensión, regresa a la pantalla en una secuela sombría que se siente más contenida que revolucionaria.

En este nuevo capítulo, Arthur está confinado en Arkham State Hospital, donde su vida se ha convertido en un monótono ciclo de desesperación. Sus días transcurren en una celda lúgubre, y su única interacción con el mundo exterior es a través de las burlas de los sádicos guardias, liderados por Jackie (Brendan Gleeson). Una vez fue una figura de terror, ahora Arthur parece más lamentable que temible. A pesar de su estatus infame, consolidado por el asesinato en vivo de Murray Franklin, es un hombre que se ha quedado sin chistes, sonrisas y, crucialmente, peligro.

Sin embargo, Arthur no está exento de admiradores. Entra Lee Quinzel (Lady Gaga), una reclusa de Arkham que ve a Arthur no como un paria psicótico, sino como el Joker que ella venera. Con su adoración desenfrenada, la película introduce una posible relación entre ellos, insinuando el nacimiento de la icónica pareja Joker-Harley Quinn. Sin embargo, a pesar del talento natural de Gaga para la actuación y los musicales, su personaje nunca alcanza las alturas explosivas que el público podría haber esperado.

SE CENTRA EN EL JUICIO DE ARTHUR

La película se centra en el juicio de Arthur, que se transmitirá en vivo para millones de personas, mientras su abogada (Catherine Keener) y el fiscal de distrito de Gotham, Harvey Dent (Harry Lawtey), debaten si Arthur está realmente loco o simplemente es un criminal. Este argumento sobre la personalidad dividida puede sonar familiar porque es el mismo terreno que la Joker original abordó, pero en «Folie à Deux«, este debate, que una vez fue cautivador, carece del mismo impacto.

Las secuencias musicales están repartidas a lo largo de la película, con Arthur cantando clásicos como «Bewitched, Bothered, and Bewildered» con una voz seca y agrietada. Estos momentos podrían haber sido una oportunidad para que Phillips experimentara con la audacia de combinar teatro musical y drama oscuro. Sin embargo, la mayoría de los números musicales se sienten como retrocesos nostálgicos en lugar de innovaciones audaces. Incluso Lady Gaga, que brilla en momentos como su interpretación de «Gonna Build a Mountain», tiene poco espacio para mostrar completamente su rango.

«Folie à Deux» se siente más moderado

Mientras que el primer Joker fue oscuro, impredecible y profundamente perturbador, «Folie à Deux» se siente más moderado en comparación. La caída de Arthur hacia la locura ya no es impactante, y su conexión con Lee carece de la chispa peligrosa que hizo que el ascenso del Joker fuera tan cautivador. Hay poco aquí que se sienta nuevo o innovador, y a pesar de su duración de dos horas, la trama sigue siendo sorprendentemente delgada.

Los críticos que analizaron la representación del original de Arthur como un antihéroe que encarnaba la rabia social pueden encontrar esta secuela una versión más segura y sanitizada de su predecesora. Al optar por la cautela sobre el caos, Phillips entrega una película que parece una oportunidad perdida: un musical que no canta y una historia de Joker que ya no da escalofríos.