- Incendios en Mexiquillo: preocupación en Sierra Madre Occidental.
- Entre este domingo y martes 11 de junio por lo menos cuatro incendios forestales estaban activos.
- La oferta de servicios turísticos se ha ampliado.
«Pronto comenzarán las lluvias, a partir del día quince, ya verá, todo se pone muy verde, muy bonito. Eso que está quemado se pone verde», decía Alexis Cárdenas, guía de turistas en Mexiquillo, sitio turístico de Durango enclavado en la Sierra Madre Occidental, al señalar su territorio donde los incendios se presentan en diversos puntos.
Entre este domingo y martes 11 de junio por lo menos cuatro incendios forestales estaban activos en el territorio de Pueblo Nuevo, municipio duranguense donde se halla Mexiquillo. Sus habitantes además de cumplir la función de guías turísticos, también forman parte de las brigadas que enfrentan las conflagraciones.
De acuerdo a la Comisión Nacional Forestal al momento hay siete incendios activos que han consumido más de 4 mil 500 hectáreas de bosque. Entre las principales causas están el desmonte de superficies agrícolas usando el fuego, colillas de cigarro que tiran a la floresta y el efecto lupa, que es cuando los vidrios de envases enfocan el calor del sol en áreas susceptibles de quemarse. Por otra parte, la falta de lluvias propician condiciones favorables para los incendios forestales.
Parajes turísticos rodeados por los incendios
Mexiquillo es una zona de turismo de alta montaña, un atractivo manejado por los ejidatarios de La Ciudad, ejido de Pueblo Nuevo, Durango. Mexiquillo se sitúa aproximadamente a 100 kilómetros de la capital estatal Durango, sobre la carretera libre a Mazatlán. Es un pueblo antaño eminentemente maderero que todavía trabaja un par de aserraderos, pero esta actividad no es como antes. De ser la principal fuente de ingresos, se ha rezagado gracias a que la población adoptó al turismo rural como una forma de subsistencia.
Y es que los paisajes que ofrece la región son sumamente atractivos, reconocen los visitantes que regularmente acuden a las cabañas de madera.

Jardín de piedra
El jardín de piedra, un conjunto de rocas que parece fueron sobrepuestas por alguien, dispersas en un amplio valle cubierto por pastizal, es uno de los sitios que enriquecen la oferta. O La Nube, un punto alto en la Sierra Madre Occidental, que se convierte en un espectacular mirador desde donde se aprecian los Tres Frailes: un conjunto de peñascos que eso parecen a la distancia, una tercia de religiosos.
Otro trío sobresaliente son los tres manantiales, es un lugar donde nacen los arroyos que hidratan esta región donde se cultivan duraznos y ciruelas. Incluso los túneles, una vieja infraestructura ferroviaria, es uno de los paseos turísticos donde también se practica el rapel.
Servicios turísticos ampliados
La oferta de servicios turísticos se ha ampliado; los habitantes de La Ciudad organizan recorridos a bordo de cuatrimotos, razers y camionetas adaptadas para andar por los diversos puntos de la sierra. Hay restaurantes con menús variados y tiendas donde comprar víveres para cocinar en las cabañas.
Mexiquillo es además un lugar para organizar expediciones educativas. Alumnos de las escuelas cercanas son organizados para conocer la biodiversidad de la sierra. También aquí es punto de encuentro de motociclistas y ciclistas que cubren la ruta Durango-Mazatlán como un reto personal.
Sin embargo, en este primer semestre del año ha llovido muy poco; la sequía también ha impactado en este sitio alto al grado de que los incendios son frecuentes. Entre el 8 y 10 de junio recientes, un par de incendios comenzaron por el norte y sur de Mexiquillo; uno de éstos ocurrió porque continúa la costumbre de limpiar las zonas de cultivo quemando los restos vegetales, lo cual representa un riesgo porque el viento suele dispersar los rescoldos y así iniciar una quema forestal.

Incendios en Tres Manantiales
Es lo que ocurrió con el primero de los incendios en Tres Manantiales, donde a decir de los pobladores se quemaron 80 hectáreas de pastizal y arbolado. El segundo incendio comenzó este lunes 10 de junio en la zona de los túneles, y se cree que fue una colilla de cigarro encendido lo que pudo ocasionarlo.
Es cuando los trabajadores del parque natural de Mexiquillo se organizan como apagafuegos y comienzan con las labores de abrir brechas cortafuego para impedir que avancen las llamas, lo que en muchas ocasiones no resulta efectivo porque el viento anima el incendio.
«Ya no tardan las lluvias, nada más comienzan y todo se pone verde, los arroyos se recuperan y la cascada se pone muy bonita», dice Alexis Cárdenas, joven guía de turistas quien tuvo que apresurar el paso para incorporarse a la brigada que combate el segundo incendio de la semana, el de Los Túneles. Mexiquillo, enclavado en la Sierra Madre Occidental, ha dejado de ser un pueblo de madera para convertirse en una opción recreativa, sin que los riesgos naturales cambien, como los incendios y las sequías.

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