- Promueven boicot a estadios por malestar con el fútbol mexicano.
- Uno de los puntos principales de esta protesta es la saturación de jugadores extranjeros en la Liga MX.
- Hasta ahora, no ha habido una reacción oficial por parte de los organismos encargados del fútbol mexicano.
En las últimas semanas, una campaña en redes sociales ha tomado fuerza entre los aficionados de la Liga MX, quienes están promoviendo no asistir a los estadios como forma de protesta.
El descontento está dirigido a decisiones controvertidas por parte de los directivos del fútbol mexicano, el bajo nivel de juego en los partidos y la creciente presencia de jugadores extranjeros en los equipos.
La iniciativa ha generado una ola de reacciones que refleja el malestar de los seguidores del balompié nacional, quienes señalan varios problemas que, a su juicio, están afectando la calidad del torneo local y, en consecuencia, perjudicando el rendimiento de la Selección Mexicana.
Factores clave del malestar
Uno de los puntos principales de esta protesta es la saturación de jugadores extranjeros en la Liga MX, lo que, según los críticos, limita las oportunidades de los jóvenes futbolistas mexicanos para desarrollarse en su país. Además, la eliminación del sistema de ascenso y descenso ha sido un detonante clave, ya que los aficionados sienten que esto ha generado una falta de competitividad en el fútbol mexicano.
El impacto de la campaña también se extiende a los partidos de la selección nacional, con algunos aficionados llamando a evitar los encuentros del Tri como forma de presión hacia los directivos.
El malestar trasciende fronteras
El descontento no se ha limitado a los estadios de México. El pasado 7 de septiembre, durante un partido amistoso entre la Selección Mexicana y Nueva Zelanda en el Rose Bowl de Pasadena, California, quedó claro que los aficionados en Estados Unidos también están perdiendo interés en los llamados «partidos moleros». A pesar de que el estadio tiene una capacidad de 92,000 personas, solo asistieron 25,000, de los cuales 10,000 entraron con cortesías.
La situación se repitió en otro amistoso contra Canadá tres días después, esta vez en el AT&T Stadium de Arlington, Texas. Con solo 32,623 asistentes, fue la entrada más baja en la historia de ese recinto para un partido del Tri. Estos encuentros, que solían atraer multitudes de más de 67,000 personas, ahora reflejan una crisis de interés entre los aficionados.
La respuesta oficial, aún pendiente
Hasta ahora, no ha habido una reacción oficial por parte de los organismos encargados del fútbol mexicano, pero el creciente movimiento en redes sociales sugiere que la presión sobre los dirigentes sigue en aumento. La afición, tanto en México como en el extranjero, parece estar exigiendo cambios importantes en la gestión y calidad del fútbol nacional.
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