• UNAM revela tesoro arqueológico.
• La mayoría de las piezas provienen de colecciones privadas donadas a la UNAM a mediados del siglo pasado.
• El legado de las antiguas civilizaciones mexicanas cobra vida en esta exhibición única.

En un evento histórico para la arqueología mexicana, el arqueólogo Fernando Carrizosa y su equipo, junto con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han presentado al mundo un tesoro cultural sin precedentes. Este martes, ante la mirada expectante de reporteros y cámaras, se levantó con meticulosa parsimonia la tapadera de una enorme caja de embalaje en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco, revelando una colección de 12,550 piezas arqueológicas.

Por consiguiente estas piezas, que forman parte del recién inaugurado Fondo Universitario de Arte de los Pueblos Originarios mexicanos (Fuapo), meticulosamente catalogadas y estudiadas durante cuatro años. «Es un hito para la Arqueología de México», afirma Rosa Beltrán, coordinadora de Cultura de la UNAM.

La mayoría de las piezas provienen de colecciones privadas donadas a la UNAM a mediados del siglo pasado, aunque persiste la incertidumbre sobre la autenticidad de algunas. Según Carrizosa, «continuaremos con los análisis científicos para determinar la originalidad de los artefactos, utilizando técnicas como la microscopía y los rayos X».

Mientras tanto el traslado de las piezas desde Ciudad Universitaria hasta Tlatelolco fue un desafío logístico, requiriendo incluso sistemas hidráulicos debido al peso de las cajas. Acondicionaron las bodegas del centro cultural con sistemas de preservación avanzados para garantizar la integridad de los objetos históricos.

Entre las piezas destacan artefactos que datan desde el 1500 a.C. hasta el 1500 d.C., incluyendo cerámicas, conchas y metales. La exhibición, que comenzará este mes de julio, rotará las piezas anualmente debido a su vasta cantidad.

«Ha sido un trabajo monumental preparar esta colección», menciona Lucía Sánchez, coordinadora del Centro de Interpretación Xaltilolli. «Continuaremos investigando para descubrir más sobre su historia», concluye emocionada.

El legado de las antiguas civilizaciones mexicanas cobra vida en esta exhibición única, marcando un nuevo capítulo en la preservación y difusión del patrimonio cultural del país.