- Munal revela las dos caras de una pintura de Diego Rivera.
- El curador David Caliz describe «Paisaje zapatista,» como un paisaje de estilo “cubista sintético”.
- «La mujer del pozo» permaneció oculta durante décadas.
Por primera vez en nueve años, el Museo Nacional de Arte (Munal) presenta una oportunidad única para los amantes del arte: la exhibición simultánea de las dos caras de una pintura de Diego Rivera. Se trata de un solo lienzo que alberga dos obras: la popular «Paisaje zapatista,» pintada en 1915, y su reverso, «La mujer del pozo,» que data de 1913.
El curador David Caliz describe «Paisaje zapatista,» que originalmente se tituló «El Guerrillero,» como un paisaje de estilo “cubista sintético”, influenciado por artistas como Georges Braque y Pablo Picasso, con quienes Rivera compartió en su estancia en París. Esta pintura inspirada por el relato de Martín Luis Guzmán y Alfonso Reyes, quienes, tras un viaje a París, informaron a Rivera sobre la situación política en México.
Caliz destaca que en esta obra, Rivera captura al Caudillo del Sur utilizando una rica iconografía: el sombrero de Zapata, el ojo inquisidor, los bosques del sur de México, el rifle, los guajes, el zarape y las sombras en colores blancos, elementos que reflejan el cubismo y la síntesis dentro de la abstracción.
Por su parte, «La mujer del pozo» permaneció oculta durante décadas. Originalmente propiedad del ingeniero Marte R. Gómez desde 1946, la pintura adquirida por el INBAL en 1966 a través de una compra-donación. No fue sino hasta 1976 que expertos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) realizaron estudios radiográficos que revelaron la existencia de la obra oculta en el reverso del lienzo.
LA MUJER DEL POZO
Caliz explica que «La mujer del pozo» pertenece a la etapa del cubismo analítico de Rivera, su primera fase en París. La decisión de reutilizar el lienzo responde a las dificultades económicas de 1915, año marcado por las secuelas de la Primera Guerra Mundial, lo que llevó a muchos artistas a practicar la reutilización de materiales por la escasez de insumos.
“Mostrarla así nos ayuda a ver una transición importante de Rivera en París y su reflexión cubista,” concluye Caliz.
Ambas obras se exhiben en la exposición permanente XX en el XXI del Munal, brindando a los visitantes una mirada única a la evolución artística de uno de los más grandes muralistas de México.
0 comentarios