- Diego Rivera y Modigliani: reencuentro entre amigos en el MUNAL.
- La exposición Diálogos de vanguardia trae a México, por primera vez, parte de la colección de arte.
- El reencuentro entre Rivera y Modigliani en esta exposición es un homenaje a su amistad.
En 1907, el joven muralista mexicano Diego Rivera partió rumbo a Europa gracias a una beca otorgada por el Estado de Veracruz. El objetivo inicial era estudiar en España, empapándose de las influencias de grandes artistas como Goya y El Greco. Sin embargo, en 1909, su espíritu inquieto lo llevó a París, donde la vanguardia artística florecía. Fue en la capital francesa donde Rivera conoció al artista italiano Amedeo Modigliani, forjando una amistad que trascendería el tiempo y las distancias.
París, inmersa en la Belle Époque y el entusiasmo por la ciencia y el progreso, se convirtió en el epicentro artístico del momento. Según Héctor Palhares Meza, director del Museo Nacional de Arte (MUNAL), Rivera y Modigliani compartieron vivencias en los talleres de Pablo Picasso, donde convivieron con otros artistas bohemios. “Era común que entre tres o cuatro artistas compartieran el alquiler de un atelier, y de ese ambiente surgieron grandes colaboraciones y amistades”, comenta Palhares, quien actualmente es el curador de la exposición Diálogos de vanguardia, que se presenta en el MUNAL.
Un diálogo entre dos mundos
La exposición Diálogos de vanguardia trae a México, por primera vez, parte de la colección de arte del empresario estadounidense Henry Pearlman. Esta muestra reúne obras de gigantes del impresionismo y postimpresionismo como Vincent van Gogh, Paul Cézanne, Edouard Manet y, por supuesto, Modigliani. Estas piezas «dialogan» con las de artistas mexicanos como Rivera, Dr. Atl, José Clemente Orozco y Saturnino Herrán.
Pearlman, un exitoso empresario que dedicó su vida a coleccionar obras de arte, logró reunir una de las colecciones más significativas de su tiempo. Su pasión por el arte lo llevó a adquirir cuadros de artistas revolucionarios, cuyas creaciones rompían con las convenciones de la época. Tras su fallecimiento, su colección donada al Museo de la Universidad de Princeton, y ahora, México se convierte en la puerta de entrada a Latinoamérica para esta impresionante selección.
Rivera y Modigliani, unidos por el arte y la amistad
El reencuentro entre Rivera y Modigliani en esta exposición es un homenaje a su amistad y a la influencia mutua que ejercieron en sus respectivas carreras. Modigliani, conocido por su característico estilo de alargar los rostros y figuras, fue una figura clave en la vida de Rivera. Según Palhares, «la muerte prematura de Modigliani, a los 35 años, fue un duro golpe emocional para Rivera», quien admiraba profundamente la capacidad del italiano para sintetizar influencias del arte antiguo, polinesio y africano.
La exposición, que recrea el ambiente parisino de principios del siglo XX, también incluye obras de otros grandes maestros como Paul Cézanne y Vincent van Gogh, con quienes Rivera compartió momentos en la efervescente vida bohemia de París. Cada una de las piezas seleccionadas busca mostrar las influencias cruzadas entre Europa y México, creando un diálogo visual y emotivo entre los artistas.
Una muestra internacional en México
Desde su inauguración en septiembre, la exposición un éxito rotundo, con más de 17,000 visitantes que disfrutan de este «banquete» artístico, como lo describe el director del MUNAL. Esta exhibición disponible hasta enero, ofreciendo a los amantes del arte una oportunidad única para apreciar obras que nunca antes habían sido expuestas en Latinoamérica.
El MUNAL se erige como el escenario perfecto para este reencuentro, donde las pinceladas de Rivera y Modigliani se encuentran una vez más, celebrando no solo su arte, sino también su amistad, que perdura a través de los tiempos.
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