«Otro bodrio que promueve la degeneración», «puros raritos», «¿en eso se van mis impuestos?», «el travestismo no es cultura», «pongan bolsas para vomitar».
Estas son solo algunas de las reacciones que ha suscitado el anuncio del estreno de «Arde Lima», el primer documental peruano que lleva a la pantalla grande a una decena de drag queens de la escena local.
Este estreno llega en un contexto complejo: Perú no cuenta con una Ley de Identidad de Género, y entre 2012 y 2021 se registraron 88 crímenes de odio contra la población LGBTIQ+.
Además, hace apenas dos semanas, se publicó un decreto que califica a las personas trans como enfermas mentales.
Es una mañana de mitad de semana en el centro cultural de una universidad limeña, donde una treintena de periodistas han sido convocados para una función exclusiva, previa al estreno comercial del 30 de mayo.
Aunque la película terminó de filmarse a fines de 2022, su proyección llega en un momento oportuno, como una respuesta provocadora de la comunidad LGBTIQ+ ante las recientes políticas discriminatorias.
En unas horas, seis drag queens y un drag king irrumpirán en la sala, con sus extravagantes atuendos y altas dosis de escarcha y lentejuelas, prometiendo no dejar a nadie indiferente.
Antes de que el avant-premiere se convierta en una pasarela, Alberto Castro Antezana, el director, saluda a los asistentes. A sus 34 años, este cineasta ha completado una trilogía sobre la temática LGBTIQ+.
Su primer filme, «Invasión Drag», retrata la visita inédita de un grupo de drag queens estadounidenses al Perú en 2017. Luego, «Salir del Clóset» presenta los testimonios de diez hombres homosexuales sobre su proceso de aceptación.
Ahora, «Arde Lima» toma su nombre como un guiño al icónico documental de los noventa «París is Burning».
«Arde Lima»: el documental que enciende la controversia y el orgullo en el cine peruano
Los dos primeros documentales fueron financiados con sus ahorros y eventos pro fondos. Para esta tercera obra, Castro Antezana ganó un concurso de estímulos económicos del Ministerio de Cultura.
Al igual que «La Piel Más Temida» de Joel Calero, «Arde Lima» también enfrenta críticas por el uso de fondos públicos, con detractores que insisten en que las producciones deberían financiarse de forma privada.
A minutos de la función, Castro Antezana se muestra sereno ante las críticas.
«Es avasallador, pero esta vez he sentido que la mitad de los comentarios son con cariño. La comunidad ha sido invisibilizada desde siempre. Muchos hemos crecido sin referentes y la película inspira a que mucha gente por fin se sienta representada», comenta el director, quien también provocó un terremoto cuando le confesó a sus padres que era homosexual y quería dedicarse al cine.
«Arde Lima» se distingue de otras producciones LGBTIQ+ por su tono celebratorio en lugar de enfocarse en el sufrimiento y rechazo. «Somos sobrevivientes, enfrentamos una sociedad que nos mira con asco, pero también gozamos y creamos arte», afirma Castro Antezana.
El documental narra en episodios la vida de varias drags, como Tany de la Riva, una bailarina; Ernesto Pimentel, conocido por su personaje La Chola Chabuca; y Stacy Malibú, una activista que muestra su transformación.
La diversidad de estas figuras resalta su talento en canto, costura y animación, desafiando estereotipos y superando obstáculos.
El conversatorio con las drags revela historias personales que van más allá del espectáculo.
Conclusión
El documental ofrece una visión íntima y compleja de las vidas de Alessandro, un chico trans con cicatrices, y de Harmonik y Georgia Hart, quienes enfrentan discriminación.
«El drag cuestiona el género, todo lo que nos enseñaron sobre ser hombre o mujer», señala Dark Princess, otra de las participantes.
«Arde Lima» desafía la mentalidad conservadora en un país que aún considera el transexualismo un trastorno mental, promoviendo la visibilidad y el respeto para la comunidad LGBTIQ+.
La película, que también servirá como homenaje póstumo a Stacy Malibú, inicia las celebraciones del Mes del Orgullo con valentía y autenticidad.
Parafraseando la canción de la película: son diosas, reinas y escandalosas. Son todo eso que al Perú le incomoda.
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