- Sheinbaum llama la atención a diputado con Lamborghini.
- Antonio Flores tiene un lujoso carro color «Morena».
- “Mi opinión es que un legislador no debe tener contratos con el Gobierno», ahondó la presidenta.
Durante la conferencia matutina conocida como «Mañanera», la presidenta Claudia Sheinbaum abordó el controvertido caso del diputado de Coahuila, Tony Flores, a quien vieron conduciendo un lujoso Lamborghini. La mandataria expresó que, en su opinión, los legisladores no deberían tener contratos con el Gobierno, sugiriendo la posibilidad de legislar sobre esta cuestión para evitar conflictos de interés.
“Mi opinión es que un legislador no debe tener contratos con el Gobierno y hay que buscar si se puede legislar en torno a ello, porque se puede tomar como un conflicto de interés”, comentó la presidenta. Este pronunciamiento se da en el contexto de recientes asignaciones de contratos millonarios por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que beneficiaron a cuatro empresas asociadas con Flores, quienes recibieron contratos para la adquisición de grandes cantidades de carbón en Coahuila.
La situación de Tony Flores se complicó el fin de semana pasado, cuando las redes sociales lo criticaron intensamente al ser captado al volante de un Lamborghini Huracán de color guinda, cuyo precio ronda los 6 millones de pesos. Este incidente ha desatado un debate sobre la ética y las responsabilidades de los legisladores en el país.
¿Hará algo más al respecto?
En respuesta a los cuestionamientos de la prensa sobre el caso, Claudia Sheinbaum reiteró la importancia de «predicar con el ejemplo». “Los empresarios pueden tener contratos con el Gobierno, pero creo que un legislador o legisladora no debe tenerlos. Incluso, planteé unos cambios en su momento en Morena. Pueden tenerlos si se separan del cargo, para evitar cualquier conflicto de interés; hay que predicar con el ejemplo siempre”, enfatizó.
La controversia en torno a ´Tony´ Flores pone de manifiesto la necesidad de establecer lineamientos más claros que regulen la relación entre los legisladores y las entidades gubernamentales, así como la importancia de mantener la integridad en el ejercicio de la función pública. El llamado de Sheinbaum a legislar sobre esta cuestión podría abrir un debate más amplio sobre la ética en la política mexicana.
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