- Parras: el pueblo mágico de Coahuila se coronó como líder en tomas clandestinas de combustible.
- Esta realidad contrasta fuertemente con la imagen de tranquilidad y tradición que ha definido a este Pueblo Mágico.
- La falta de vigilancia efectiva y la complicidad de algunos residentes también han contribuido a la proliferación.
Parras, un encantador municipio en Coahuila conocido por sus vinos y haciendas históricas, ha adquirido un sombrío renombre: es ahora el líder nacional en tomas clandestinas de combustible, según datos oficiales.
Esta realidad contrasta fuertemente con la imagen de tranquilidad y tradición que ha definido a este Pueblo Mágico.
Ubicado entre Torreón y Saltillo, Parras de la Fuente, como se le conoce formalmente, ha sumado 177 tomas clandestinas en el primer trimestre del año, la cifra más alta reportada a nivel municipal en todo el país.
Los piquetes en Parras se concentran en el ducto que cruza Coahuila, procedente de la refinería en Cadereyta, Nuevo León, y que llega hasta Gómez Palacio.
El auge del huachicoleo en Parras
Hace menos de una década, en 2015, la actividad del huachicol —robo de combustible de los ductos de Pemex— era desconocida en Parras. No fue hasta 2016 que se detectaron las primeras 16 tomas clandestinas, un número que alertó a Pemex y a las autoridades locales.
En 2017, la cifra aumentó a 21, aunque en 2018 descendió a 10 piquetes. No obstante, con la llegada de la Cuarta Transformación, la situación empeoró drásticamente.
En 2019, se registraron 23 tomas ilegales, seguidas por 17 en 2020 y 26 en 2021. La tendencia alcista continuó con 57 piquetes en 2022 y un dramático aumento a 167 en 2023.
Solo en los primeros tres meses de 2024, Parras ya había registrado 177 tomas clandestinas, lo que representa un alarmante incremento del 436% respecto al mismo periodo del año anterior, según un informe de Pemex elaborado en mayo pasado.
Causas y consecuencias del incremento
Este incremento explosivo en el número de tomas clandestinas no solo amenaza la seguridad y economía local, sino que también pone en riesgo a la comunidad de Parras.
El robo de combustible es una actividad peligrosa que puede desencadenar accidentes graves, como explosiones e incendios, además de afectar el suministro energético y la infraestructura de Pemex.
Analistas sugieren que la ubicación estratégica de Parras, en un punto intermedio del ducto que conecta importantes regiones industriales y urbanas, ha hecho que este Pueblo Mágico sea un blanco atractivo para los huachicoleros.
La falta de vigilancia efectiva y la complicidad de algunos residentes también han contribuido a la proliferación de estas actividades ilícitas.
La respuesta de las autoridades
Ante esta crisis, las autoridades federales y estatales han intensificado sus esfuerzos para combatir el robo de combustible. Sin embargo, la efectividad de estas medidas ha sido cuestionada, dado el constante aumento en el número de tomas clandestinas.
Pemex ha reforzado la vigilancia y monitoreo de sus ductos, mientras que el gobierno ha prometido mayor presencia de fuerzas de seguridad en las zonas más afectadas.
Un futuro incierto para Parras
La situación en Parras refleja un problema más amplio y complejo que enfrenta México en su lucha contra el huachicoleo. A pesar de los esfuerzos del gobierno y de Pemex, el robo de combustible sigue siendo una amenaza significativa.
La comunidad de Parras, que alguna vez fue un refugio de paz y tradición, ahora se encuentra en el epicentro de esta lucha.
El desafío para las autoridades es doble: detener el crecimiento de las tomas clandestinas y recuperar la confianza y seguridad de los habitantes de Parras.
Solo a través de una acción coordinada y sostenida será posible revertir esta tendencia y devolver a Parras su carácter de Pueblo Mágico, libre de la sombra del huachicol.
Parras: el pueblo mágico de Coahuila se coronó como líder en tomas clandestinas de combustible
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