• Coahuila se prepara para el cierre del ciclo escolar 2023-2024.
• Cada plantel educativo deberá evaluar sus propias condiciones.
• Padres de familia buscan soluciones prácticas y medidas adicionales para garantizar la salud y el bienestar de los estudiantes.

El ciclo escolar 2023-2024 está por concluir en Coahuila, pero este año, la desafiante presencia del calor plantea ajustes significativos en la programación educativa. Emmanuel Garza Fishburn, titular de la Secretaría de Educación en el estado, resalta la importancia de adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes mientras se mantiene el enfoque en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

«El cambio climático está trayendo cambios importantes a los que no estamos acostumbrados», explica Garza Fishburn. «Por eso es muy importante que se considere la autogestión en cada escuela para que puedan acatar las medidas que ya se establecieron».

Aunque se mantienen las fechas establecidas por la SEP para el inicio del periodo vacacional el 16 de julio, cada plantel educativo deberá evaluar sus propias condiciones y tomar las decisiones adecuadas. «Tenemos las medidas necesarias para prevenir y continuar el proceso de enseñanza-aprendizaje», asegura Garza Fishburn. «No vamos a permitir que el calor trunque o determine un detrimento en este proceso».

Sin embargo, esta adaptación no ha estado exenta de desafíos. Javier Castillo Vásquez, delegado de la Asociación Nacional de Padres de Familia en Coahuila, señala la falta de infraestructura en algunas regiones para hacer frente a las altas temperaturas.

«Hicimos una solicitud verbal al Secretario de Educación debido a que en regiones como la centro, carbonífera y norte hay una falta de infraestructura para hacer frente a las altas temperaturas», explica Castillo Vásquez. «Creemos que es prudente que se involucre también la Secretaría de Salud para instalar puntos de hidratación o que nos recomienden si es prudente seguir en clases presenciales».

Ante estas preocupaciones, los padres de familia buscan soluciones prácticas y medidas adicionales para garantizar la salud y el bienestar de los estudiantes. «De cualquier forma, los docentes están trabajando a marchas forzadas para sacar adelante los proyectos de estudio», comenta Castillo Vásquez. «Si existe este tipo de necesidades de aprendizaje, se tendrá que trabajar en un plan para que los estudiantes puedan regularizarse a través de clases virtuales, dadas las condiciones climáticas que se tienen».

En medio de este desafío climático, la comunidad educativa de Coahuila se une para garantizar un cierre de ciclo escolar seguro y efectivo, priorizando siempre la salud y el bienestar de los estudiantes.