- Cambio climático: amenaza a la biodiversidad en La Laguna.
- La fauna local ha visto una reducción significativa en sus poblaciones.
- Las estrategias de mitigación incluyen reforestación con especies nativas.
Torreón.- El cambio climático, junto con la urbanización no planeada y la deforestación, están causando estragos en la biodiversidad de la Comarca Lagunera, poniendo en riesgo a numerosas especies endémicas y alterando los ecosistemas locales. José Luis Francisco Sandoval Elías, coordinador de la División Regional de Ciencia Animal en la Universidad Autónoma Agraria «Antonio Narro», destaca cómo las altas temperaturas y la sequía están afectando no solo a la flora sino también a la fauna de la región.
La fauna local ha visto una reducción significativa en sus poblaciones. Especies como la lechuza de tierra, diversas serpientes, el zorro, conejo, mapache y varios tipos de venados están disminuyendo debido al cambio climático y la invasión de especies no nativas. Además, prácticas culturales erróneas como la caza de lechuzas, bajo la superstición de que son brujas, exacerbadas por su característico canto que recuerda a una carcajada, están contribuyendo a la disminución de estas aves esenciales para el control de plagas.
En el ámbito de la flora, la introducción irresponsable de especies foráneas y el saqueo de cactáceas y agaves para uso ornamental están amenazando la supervivencia de la vegetación nativa. A pesar de que algunas especies como el mezquite y el huizache han demostrado una resistencia notable a condiciones climáticas extremas, otras como la noa están en peligro de extinción debido al aprovechamiento humano.
Las estrategias de mitigación incluyen reforestación con especies nativas y el establecimiento de zonas protegidas para permitir la reproducción y supervivencia de especies en peligro. Sandoval Elías enfatiza la importancia de este tipo de iniciativas para preservar la biodiversidad de la región, así como promover prácticas agrícolas y urbanísticas más sostenibles.
Además, se están implementando medidas para adaptar a los animales domésticos y de producción a las altas temperaturas. En los establos, se utilizan sistemas de enfriamiento como foggers y sombreadores para minimizar el estrés térmico en el ganado, asegurando así la continuidad de la producción lechera en una de las principales cuencas del norte del país.
Este conjunto de desafíos y respuestas destaca la urgente necesidad de abordar los efectos del cambio climático y la actividad humana sobre la biodiversidad local, promoviendo un enfoque integrado que incluya la conservación de la fauna y flora, junto con el desarrollo sostenible de la región.
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