El Juzgado Primero de Primera Instancia en Materia Civil del Distrito Judicial de Monclova declaró en estado de quiebra a Altos Hornos de México (AHMSA) y designó como síndico de la quiebra a la Cámara de Comercio de Múzquiz.
La publicación, que es un edicto, provocó reacciones de alarma en la comunidad, por los términos en los que establece el desmantelamiento de la siderúrgica y el finiquito de los trabajadores, quienes cobrarían 40 días de terminación.
Ahora, AHMSA está obligado a presentar el balance y sus libros de comercio en 24 horas a partir del día siguiente en que surta efectos la notificación que se le haga de la sentencia; también, se ordena el aseguramiento y dar posesión al síndico de todos los bienes y derechos de cuya administración y disposición se privará al deudor. Aunado a ello, Altos Hornos tiene prohibido hacer pagos o entregar efectos o bienes de cualquier clase, con el apercibimiento que de no hacerlo así hará segunda paga en su caso.
Fuentes cercanas contaron que esto es parte de su proceso de renegociación con sus acreedores de la deuda y que no significa la liquidación de la empresa, pues esto debió anunciarse desde enero de este año. Aseguraron que la empresa en ningún momento está en riesgo de desaparecer, afirmando que es un proceso legal para poder reestructurar sus deudas y seguir operando.
Altos Hornos vio la quiebra como una forma de desafiar los acuerdos que su presidente Alonso Ancira Elizondo firmó con Petróleos Mexicanos (Pemex) para resolver los cargos penales de que sobornó a ejecutivos de la productora de petróleo para que pagaran de más por una filial de la empresa en 2014.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que los 216 millones de dólares que Ancira acordó pagar serían para reparar los daños que se le hizo a Pemex con la compra de una planta de fertilizantes considerada por analistas como “chatarra”.
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