El diputado de Coahuila Gerardo Aguado Gómez expresó su preocupación por la falta de apertura en los foros de reforma judicial organizados por el partido Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Aguado destacó que estos espacios, históricamente utilizados para recoger opiniones y propuestas ciudadanas, no están cumpliendo su objetivo bajo la administración actual.

Según Aguado Gómez, los foros han sido fundamentales en la creación de leyes de gran impacto, como las del Sistema Nacional Anticorrupción y las de protección de los derechos de las mujeres.

Sin embargo, asegura que la actitud del gobierno actual no sigue este precedente de apertura y diálogo.

Principales Críticas de Gerardo Aguado Gómez:

1. Inflexibilidad en la Propuesta Original: Ni AMLO ni la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum han mostrado disposición para realizar modificaciones sustanciales a la reforma judicial. A pesar de las preocupaciones planteadas por la oposición y el Poder Judicial, no se han considerado cambios significativos.
2. Gradualidad como Necesidad Técnica: Aunque se ha aceptado una implementación gradual de la reforma, Aguado subraya que esto no debe interpretarse como una concesión. La gradualidad es una exigencia técnica y administrativa, no una muestra de flexibilidad.
3. Falta de Controles y Alternativas: La reforma propuesta incluye la elección popular de jueces, magistrados y ministros, pero no contempla mecanismos de control que aseguren la independencia y eficiencia del Poder Judicial. Aguado advierte que esto podría llevar a un sistema manipulable y menos transparente.
4. Erosión de la Independencia Judicial: Aguado Gómez considera que la reforma, tal como está planteada, socava gravemente la independencia del Poder Judicial, subordinándolo al Poder Ejecutivo y al partido en el poder, lo que compromete la imparcialidad del sistema judicial.
5. Inexistencia de Evidencia sobre la Reducción de la Corrupción: No se ha presentado evidencia concreta de que la reforma reducirá la corrupción en el Poder Judicial. Aguado alerta que podría incluso empeorar la situación, aumentando la presión política sobre los jueces y reduciendo sus salarios y prestaciones.

Aguado Gómez concluye que los foros actuales no representan un espacio genuino de discusión ni de mejora de la reforma judicial. Hace un llamado a reconocer esta realidad y exigir un proceso de reforma más transparente y participativo.