- Meta abandona la verificación de datos.
- El anuncio coincide con la reciente incorporación de Joel Kaplan como jefe de asuntos globales en Meta.
- Meta pretende dar mayor protagonismo a sus usuarios.
Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y Threads, ha anunciado la controvertida decisión de poner fin a su programa de verificación de datos, vigente desde 2016. Este cambio, impulsado por su fundador Mark Zuckerberg, surge en un contexto político que incluye el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y movimientos estratégicos que buscan congraciarse con la nueva administración republicana.
El programa de verificación de terceros será reemplazado por un sistema de “Notas de la Comunidad”, similar al modelo de la plataforma X (antes Twitter), propiedad de Elon Musk. Este enfoque delega en los usuarios la tarea de añadir correcciones o contextos a las publicaciones, eliminando la supervisión profesional de organizaciones independientes.
Un giro estratégico en tiempos de Trump
El anuncio coincide con la reciente incorporación de Joel Kaplan, exasesor de George W. Bush, como jefe de asuntos globales en Meta. Kaplan sustituye a Nick Clegg y se convierte en un actor clave para facilitar el acercamiento de la empresa al entorno de Trump. Además, Meta ha donado un millón de dólares para las celebraciones de investidura del próximo presidente.
Según Zuckerberg, la eliminación del programa busca priorizar la libertad de expresión y reducir los errores derivados de las políticas de moderación. “Hemos alcanzado un punto en el que hay demasiados errores y demasiada censura”, declaró en un video publicado en el blog oficial de Facebook. Kaplan, por su parte, argumentó que el enfoque anterior “frustraba a los usuarios y, con demasiada frecuencia, interfería con la libertad de expresión”.
Desafíos en un entorno polarizado
El cambio ha generado reacciones divididas. Por un lado, la consejera delegada de X, Linda Yaccarino, elogió la decisión como un avance hacia un modelo más democrático. Por otro lado, Ross Burley, cofundador del Centro para la Resiliencia de la Información, calificó el movimiento como “un gran paso atrás” en la lucha contra la desinformación.
“La eliminación de la verificación de hechos sin una alternativa creíble abre las puertas a narrativas dañinas”, señaló Burley. Agregó que las plataformas deben encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y la seguridad pública, algo que Meta, según su opinión, no ha logrado con este cambio.
¿Hacia dónde se dirige Meta?
Con la implementación de las Notas de la Comunidad, Meta pretende dar mayor protagonismo a sus usuarios, quienes podrán calificar publicaciones mediante consensos colectivos. Sin embargo, expertos en desinformación advierten que este sistema podría facilitar la propagación de bulos y contenidos dañinos, especialmente en temas sensibles como inmigración, género e identidad sexual.
El traslado de los equipos de moderación de California a Texas, un estado predominantemente republicano, refuerza la percepción de un giro político en las estrategias de la compañía. Además, se priorizarán violaciones de alta gravedad, como terrorismo y explotación infantil, dejando a la comunidad la tarea de moderar debates políticos y sociales.
Mientras Meta busca “volver a sus raíces” y simplificar sus políticas, el debate sobre los riesgos de desinformación en plataformas con más de 3,000 millones de usuarios sigue abierto.
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